Consumo de cafeína en los niños: lo que debes saber

En cantidades inferiores a las de un adulto, con el consumo constante de este estimulante puede ocasionar diversos malestares en los menores.

La cafeína es un estimulante natural que se encuentra en el café, chocolate y refrescos. (freepik.es)
Karla Rodríguez
Torreón, Coahuila /

La escuela puede ser difícil. Con exámenes, tareas y exposiciones, algunos estudiantes podrían verse en la necesidad de consumir alimentos que cuenten con cafeína. A pesar de que puede ser un aliado para aquellas personas que necesitan concentración, en niños no es lo recomendado.

Esta sustancia se puede encontrar en el café, chocolate, refrescos y en otras comidas o bebidas, además de ser considerada una droga por la estimulación que genera en el sistema nervioso central, afectando en todas las edades de manera similar. Si bien, en pocas cantidades, puede ayudar a sentir a las personas con energía y alertas, es recomendable reducir al mínimo su consumo en infantes.

Esto se debe a que, en cantidades inferiores a las de un adulto, con el consumo constante de este estimulante puede ocasionar diversos malestares en los menores, los cuales también se presentan en los adultos que exceden en su ingesta. Kids Health menciona los siguientes:

  • Nerviosismo.
  • Malestar estomacal.
  • Dolores de cabeza.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Dificultades para dormir.
  • Frecuencia cardíaca más rápida.
  • Tensión arterial más elevada.
  • El exceso de refrescos puede hacer que no se obtenga el calcio que los niños necesitan para tener huesos y dientes fuertes.
  • El exceso de bebidas con cafeína endulzadas puede provocar caries.
  • Deshidratación.
  • La cafeína puede empeorar los problemas del corazón o los trastornos nerviosos.

Existen medidas que pueden evitar que los menores pasen por este tipo de problemas. Una de ellas es reducir o eliminar el consumo de refrescos, ya que muchos contienen cafeína, ofreciéndoles a cambio agua, leche o agua con gas saborizada. Y se le puede ofrecer un refresco o té helado en ocasiones, pero siempre hay que asegurarse de que sea descafeinado.

Estos cambios necesitan hacerse paulatinamente, pues quitarlos de manera abrupta puede causar dolores de cabeza, sentirse con dolor, incluso depresión. Es posible que el niño se quiera dormir al recortar el consumo, pero esto es normal, pues el cuerpo está reaccionando de manera natural al cansancio. Con los días, esto se irá normalizando.

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