En las épocas decembrinas es común que se puedan adquirir diversos tipos de pirotecnia para celebrar las fechas. Si bien, hay algunos de estos que no son del todo peligrosos, aquellos que tienen sonido y cuentan con luces son una problemática, tanto a nivel salud, social y ambiental.
Es por ello que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pidió a padres de familia hacer conciencia sobre el riesgo que implica que los menores tengan en sus manos juegos pirotécnicos, ya que éstos no tienen las habilidades para utilizarlos y su mal manejo puede derivar en daños en músculos, piel o deformaciones faciales.
La Comisión Ambiental de la Megalópolis detalla que las consecuencias de prender un cohete y lanzarlo al aire van más allá de solo la explosión multicolor. Fórmulas de sodio, cobre, estroncio, litio, antimonio, magnesio y aluminio quedan sobre el asfalto, además del bario e isótopos, radiactivos que generan algunos colorantes en la pirotecnia, causan contaminación y pueden generar quemaduras.
Claudia Berenice Hernández Valverde, especialista en cirugía plástica y reconstructiva, a través de un comunicado del IMSS, indicó que el mal uso de la pirotecnia también puede impactar en los huesos, conlleva la pérdida de dedos, manos completas, brazos y pueden ser fatales, por lo que es fundamental que no se deje al alcance de los menores.
Los conocidos como cohetes, palomas, bombas y cañones, son muy agresivos y en un instante pueden causar lesiones a quienes no tienen la destreza para manejarlos. Detalló que cuando se entregan estos productos a los menores, ellos los guardan en su bolsa del pantalón y con la fricción se activan y producen quemaduras en piernas y genitales.
Resaltó que las heridas por pirotecnia generalmente son graves. Las más leves, que ocurren por las luces de bengala y cerillitos, producen pequeñas lesiones que pueden sanar solas. No obstante, los cohetes provocan una explosión, un ruido, una onda expansiva, que pueden dañar estructuras musculares y óseas.
Manifestó que después de un accidente y de una reconstrucción, nunca van a ver una mano, una cara o una piel iguales, por lo que es necesario cuidar a los menores de estos artefactos y evitar su uso, ya que además de estos problemas, su sonido es dañino tanto para los animales como para las personas que se encuentran dentro del espectro autista, por lo que también se exhorta a la empatía.