El Día del Niño es una celebración que anualmente se hace en el mundo para recordar los derechos de los que gozan, al igual que lleva a los adultos a hacer una reflexión sobre el respeto a los mismos, pero a su vez es también un momento en el que los menores pueden jugar y divertirse con su familia, amigos o seres queridos.
La psicóloga infantil, Alejandra Gándara Escobedo comenta que el celebrar esta fecha con los pequeños es de suma importancia, pues es representa un espacio de esparcimiento en el que se disfruta de la convivencia escolar y familiar, al igual que como adultos se reencuentran con su niño interno, enfatizando la importancia de respetar los derechos de las infancias y la importancia de los mismos en la vida de los adultos.
“Lo más importante para recordar este día son los derechos de los niños, tener en la mente de los adultos que somos los responsables de que sus necesidades sean cubiertas y promover la igualdad y el cuidado de cada uno de ellos”, declara Alejandra.
Señala también que esta fecha es una muy importante para adultos también, pues ayuda a reflexionar la importancia de la infancia en una vida adultocentrista, ayuda a poner a los menores al centro de las prioridades, al igual que fomenta a recuperar y respetar los espacios infantiles, aquellos en los que los menores pueden sentirse escuchados y valorados.
También es una fecha para que los adultos hagan consciencia de los riesgos a los que este sector de la población se enfrenta y su vulnerabilidad, para que de ese modo se puedan exigir sanciones más severas para aquellos que atenten contra sus derechos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos menciona en su sitio web que fue en 1929 cuando se decidió que el Día del Niño sería festejado el 30 de abril, con el fin de reafirmar los derechos de los infantes y brindarles un desarrollo pleno e integral como seres humanos.
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A pesar de que el Día Universal del Niño se estipuló por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que es el 20 de noviembre, cada país tiene su propia fecha para celebrar a los pequeños. También ese mismo día, pero de 1959, se aprobaron la Declaración de los Derechos del Niño y la Convención Sobre Los Derechos del Niños.