Con 17 años de trayectoria profesional, Nereida del Socorro Juárez Lozano, educadora del Jardín de Niños Francisco Sarabia en Gómez Palacio, describe su labor como un área que requiere compromiso, pasión y entrega.
"Para mí, el ser educadora es lo máximo, porque logras convertir las lágrimas de los niños en sonrisas, cuentos en magia, pintura en diversión y canciones en alegría, sin esperar nada a cambio. Y con todo ese trabajo se logra dejar huella en el corazón de cada alumno".
Para Nereida Juárez esta profesión es una oportunidad para transmitir conocimientos, educar a niños y adolescentes y una característica principal es que se debe hacer con preparación y amor.
"Cuando se enfrenta a algo nuevo es siempre difícil pero no imposible, en el aspecto de la educación estamos encontrándonos con niños diferentes, con valores, principios y familias, ya que es la primer etapa de la educación. En preescolar se forman hábitos, se fomentan valores y se pretende desarrollar en el niño, habilidades y capacidades para lograr en él un desarrollo integral".
Nereida Juárez considera que una de las características más importantes que debe tener una educadora para lograr la excelencia en su trabajo, es el amor hacia las infancias, ya que considera hay quienes están en el rubro por necesidad u obligación. "Sin embargo, cuando se ama educar y transmitirle conocimientos nuevos al alumno, se pueden lograr cosas satisfactorias y hermosas, especialmente con los más pequeños".
Resalta que, los nuevos estudiantes que se están preparando para ser maestros, tiene que adaptarse a las nuevas características que se presenten en ellos y una recomendación que brinda a las nuevas generaciones es que innoven.
"Siempre hay que estar a la vanguardia. No estar en una zona de confort, hay que prepararse de manera profesional, física, mental y emocionalmente, para poder afrontar y cubrir las necesidades que el niño presenta. Si no nos preparamos no vamos a poder combatir o eliminar las necesidades que se presenten".
Actualmente Nereida Juárez está en interinato de supervisora y disfruta lo que hace ya que le permite dirigir y organizar actividades para bien de los alumnos, maestros y padres de familia.
En cuanto al trabajo a distancia al que se han tenido que afrontar tras la pandemia por covid-19, dice que hay educadoras que sienten mucha angustia, temor y miedo, "porque aunque estemos frente a grupo o tengamos una carrera profesional, también tenemos necesidades de aprender y conocer. Entonces esta nueva modalidad de aprender en casa ha dejado muchos retos a las maestras, tanto de manera profesional como en lo personal".