El agradecimiento es uno de los valores más importantes que un padre puede transmitir a un hijo, pues con ello se le da la clave de la felicidad y la paz interna, además de ayudar en la salud física. Es por ello que practicarla es muy importante, especialmente en familia, para hacerlo de un hábito que llevará a todos a una mejor calidad de vida.
Sin embargo, en algunas ocasiones puede ser difícil tener una idea de cómo iniciar, además de que es importante que esta práctica sea dinámica, especialmente si se tienen niños pequeños, para que puedan verla como un juego y sea más fácil para ellos seguirlo.
Por eso, te recomendamos estos ejercicios para que toda la familia pueda aplicarlos y así el agradecimiento sea parte de su vida.
El alfabeto de la gratitud
Así como el nombre lo indica, es decir el alfabeto, pero por cada letra, los integrantes de la familia tendrán que decir algo de lo que están agradecidos que inicie con la letra del abecedario en la que están, por ejemplo: A de amanecer, B de besos de mamá, C de casa, y así sucesivamente.
El juego del cumplido
Al sentarse a la mesa, cada integrante deberá decirle algo que le guste de cada uno de los que se encuentren ahí por lo menos por una semana. Terminado el tiempo, platiquen entre ustedes cómo se sintieron ante los aspectos bonitos que cada persona dijo de cada uno.
El juego de las emociones
Es importante para la salud emocional de los niños que ellos aprendan a reconocer sus sentimientos y a expresarlas, pues, ¿cómo sabrán qué es estar feliz, agradecido o triste? Una forma de jugar es que le pidas que busque fotografías en revistas que reflejen diferentes emociones o que dibuje cómo cree que se ven.
El último pensamiento del día
Antes de dormir, pídele al niño que te diga una cosa que haya salido bien, por muy pequeña que sea, o una parte del día del que se haya sentido agradecido, esto ayudará a la relajación y mejora la calidad del sueño.