El aumento de las enfermedades crónico degenerativas se ha vuelto un problema de salud pública, no solamente entre las personas adultas, sino que esto se vuelve una situación alarmante en cuanto se ve el crecimiento de la población joven, incluso desde la infancia, con Diabetes. Por ello, conocer factores de riesgo y qué hacer para disminuir la posibilidad de tener la enfermedad es crucial para la mejora de la calidad de vida de los niños y adolescentes.
Mariana Torres Valdés, nutrióloga clínica, indica que son diversos factores de riesgos por los que se puede tener Diabetes, incluso en edades tempranas. La genética, por ejemplo, es uno de ellos, pues el tener un familiar de primer grado con esta enfermedad indica la probable tendencia a que otro integrante la tenga.
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“Otra es la raza. Los latinos somos una que tiene una predisposición diabética mayor, al igual que los afroamericanos y los nativos americanos”, indica. El antecedente de hipertensión, niveles de colesterol HEL bajo o triglicéridos altos puede ser también un factor determinante. Igualmente, personas con Resistencia a la Insulina o pacientes con Síndrome de Ovario Poliquístico con la condición anteriormente mencionada, tienen mayor riesgo.
El sedentarismo, una alimentación baja en fibra y altas en ultraprocesados, mujeres que tuvieron diabetes gestacional, en caso de no cuidarse en la etapa, puede prevalecer como Diabetes tipo 2 y las personas mayores de 35 años con una o más de estas condiciones de salud pueden desarrollarla.
“También quienes usen esteroides de manera prolongada, o quienes tienen Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), debido a los antirretrovirales es que son más propensos a tener Diabetes. La obesidad puede ser considerado uno de ellos, pero éste se tiene que vincular con otros aspectos, como la Resistencia a la Insulina, en sí mismo no es un factor de riesgo”.
Recomienda que se tengan medidas preventivas, es decir, todas las personas se hagan chequeos anuales en la adultez, pero si se cuenta con alguna o algunas de las condiciones mencionadas anteriormente, estos se pueden hacer a más temprana edad, incluso en la infancia. “La realidad es que, dependiendo del momento de vida en el que nos encontremos, todos pudiéramos tener el riesgo de tener esta enfermedad”.
Cambio de vida
La actividad física también es esencial, por lo que indica que, como mínimo, se deben hacer 150 minutos a la semana de intensidad moderada, como lo puede ser cualquier trabajo cardiovascular, como caminar, correr, andar en bicicleta.
No obstante, también sugiere el ejercicio de resistencia, como pesas, peso con el mismo cuerpo o ligas. “Esto es porque se ha comprobado que éste tiene un rol hormonal importante, por lo que, entre más se trabaje el músculo, mejor sensibilidad tiene el cuerpo con la insulina y menos riesgo de diabetes”.
La alimentación con mayor cantidad de vegetales, frutas enteras, granos enteros, más leguminosas, son esenciales pues dan mayor cantidad de fibra, lo que ayuda a desinflamar, al igual que las grasas saludables, como las semillas o aceites vegetales.
“Se debe de ver todo en un paciente, como la higiene del sueño, pues si este no es el ideal incrementa los niveles de insulina. También el estrés es crucial controlarlo, pues a mayores periodos, se genera más cortisol y éste puede generar más inflamación a nivel celular, y así desencadenarse hasta un riesgo mayor a tener Diabetes, por eso es que ahora se trata de una manera holística, pues este problema tiene más aristas”.
Si bien, indica que la Asociación Americana de Diabetes recomienda empezar a hacer los chequeos anuales a partir de los 35 años, si la persona tiene alguno de los factores de riesgo mencionados con anterioridad, se deben hacer en cuanto antes, pero siempre guiados por un profesional de la salud para que señale aquellos que son los pertinentes.