A pesar de que los tiempos han cambiado y muchos niños se encuentren inmersos en la tecnología, aún hay espacios en los que los menores se pueden desconectar de los dispositivos electrónicos para dar paso a la recreación e imaginación, como lo es en el caso del recreo. Éste puede ser un momento idóneo para enseñarles otras maneras de pasar ratos agradables.
Que las infancias puedan disfrutar de ratos libres al aire libre y jugar con sus amigos y compañeros de clase es una manera en la que pueden aprender a socializar y desarrollar otras habilidades, por lo que enseñarles juegos para aplicar en ese momento es una gran idea. Te recomendamos algunos que son sencillos y divertidos para que disfruten de mañanas divertidas.
Cuatro esquinas
Para este juego se necesitan cinco niños. Cuatro se colocarán en cada esquina del espacio en el que se haya decidido jugar y el quinto se ubicará en el centro. Los participantes de las esquinas deberán pasar al siguiente lugar rápidamente, pues si el jugador del centro le quita el lugar a alguno de ellos, el que se quede sin espacio le tocará ser el del centro.
Escondidas
Este es un clásico en el que pueden jugar con las personas que se deseen pues consiste en que uno de los infantes contará hasta el número que todo el grupo acuerde si ver. En ese momento, los demás podrán buscar su escondite y el último en ser descubierto gana. En cambio, el primero que se encuentre deberá correr hacia el lugar donde se contó para salvarse, de lo contrario, si el que busca lo señala en ese espacio antes de que llegue, en la siguiente ronda le tocará ser el buscador.
El teléfono descompuesto
Para esta actividad, entre más sean los participantes es mejor, pues se pondrá en práctica la compresión auditiva de todos los participantes. Lo pueden hacer en un círculo o en fila, pero uno de los menores deberá decir una frase y pasársela al siguiente, y así sucesivamente hasta que llegue al último y éste tendrá que decir en voz alta el mensaje que recibió. El resultado podría ser bastante divertido.
Cuerda
Para este es necesario que usen, ya sea una cuerda larga que pueda traer un compañero o un mecate que puedan conseguir fácilmente. Lo importante es que busquen saltar sin que la cuerda toque sus pies. Puedes hacerlo de la manera que más te guste: en dos pies, con uno, siendo varios o solo uno y poco a poco pasar a saltarla, ¡dejen volar su imaginación!