Uno de los problemas más aquejantes en la juventud mexicana es el caso de los embarazos adolescentes, pues estos afectan en la integridad de la mujer que los lleva a cabo, generando problemas de vulnerabilidad, violencia y de salud pública, por lo que buscar que los adolescentes tengan una educación sexual integral es urgente.
Cecilia González Garay, psicoterapeuta y educadora sexual, comenta que se define embarazo adolescente a aquellos que se dan en mujeres de entre 15 y 19 años de edad, siendo de alto riesgo a nivel físico y psicológico, ya que no hay una preparación.
“Por lo general estos embarazos no son planeados, ni deseados, además de poder ser producto de abuso sexual y/o violencia física, psicológica, económica o una combinación de las anteriores”, señala González Garay.
Una de las consecuencias de este fenómeno es que, de manera física, resulta ser una situación de alto riesgo para las adolescentes que pasan por el proceso, ya sea durante el embarazo, parto y/o posparto, siendo éste mayor entre menor edad tenga la adolescente embarazada.
A nivel mental y emocional, las adolescentes no cuentan con con la madurez ni recursos suficientes para atravesar por los cambios físicos, hormonales y emocionales que cualquier embarazo conlleva, aunado a la edad en que lo viven, todo se vuelve más complicado.
Refiriéndose a situaciones como la depresión postparto, señala que es más probable que estas mujeres lo vivan, pues se truncan sus sueños, planes y proyectos a futuro, además del cambio radical que tiene su estilo de vida. “En el caso de los bebés que nacen en esta condición, es más probable que lo hagan prematuramente, con bajo peso o incluso muertos”.
Al estudiarse que estos embarazos suelen ocurrir con mayor incidencia en mujeres de un nivel socioeconómico bajo, implica que las condiciones en las que nacerá el infante podrían ser limitadas o inadecuadas para un estilo de vida y desarrollo óptimo, por lo que no solo implica complicaciones para la madre, sino que también para el nuevo ser que habita en el mundo.
Cecilia González asegura que por medio de una educación sexual integral llevada desde temprana edad esto podrá evitarse, poniendo de ejemplo a Holanda, país con el menor porcentaje de embarazos adolescentes en el mundo por su plan llamado “educación sexual completa”, que se imparte a los niños desde los 4 años de edad y con enfoque en derechos de los jóvenes, la responsabilidad y respeto.
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“Por ley todas las infancias deben recibir educación sobre sexualidad, en ellos se tratan temas sobre diversidad y asertividad sexual, lo cual les brinda herramientas para protegerles no solo de embarazos a temprana edad, también de la coerción, intimidación y abuso sexual”, declara.
Por último, Cecilia hace hincapié en que México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con mayor tasa de embarazos adolescentes y esto sigue a la alza, por lo que es esencial tomar medidas que puedan frenarlo, considerando que también el inicio de vida sexual y embarazos es cada vez a edad más temprana.