Ante el regreso a clases de manera híbrida o presencial y a la persistencia del covid-19, los docentes, además de tener que proporcionarle a los alumnos los conocimientos que no fueron adquiridos por la educación a distancia y sus limitaciones, se han encontrado con la tarea de vigilar que sus estudiantes sigan las medidas de bioseguridad.
En la Guía para el Regreso a Clases Responsable y Ordenado a las Escuelas Ciclo Escolar 2021-2022 de la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Salud, se establecen nueve acciones a ejecutar para la reapertura de las escuelas. Algunas de estas intervenciones cuentan con jornadas de limpiezas diarias y durante el día, la ventilación de salones, el uso del cubrebocas y la sana distancia.
Tanto para Javier Ismael Díaz Ramos, maestro de la materia de Matemáticas en primero de secundaria en Torreón, quien además es coordinador de una escuela secundaria en Gómez Palacio, Durango y, Diana Karina Bello Aguirre, maestra que imparte un programa de fomento a la lectura a nivel secundaria, coinciden que este ciclo el rezago académico es evidente.
Díaz Ramos declara que, a pesar de que siempre ha visto en su asignatura cierto atraso, este ciclo escolar se ha mostrado con mayores problemas en ese sentido comparado con años anteriores. Sin embargo, dentro de lo positivo que trajo la pandemia, considera que la implementación de las clases híbridas o a distancia serán algo permanente y que ha obligado a la educación en México a dar pasos agigantados para innovar en la educación a distancia.
A pesar de que hubo un proceso de readaptación de los chicos que ingresaron a primero de secundaria después de haber cursado sexto de primaria en línea y se ha visto una mejora en ello, al irse una semana a casa por el modelo híbrido, han batallado para que cumplan con las clases en esa semana a distancia, pero considera eso se irá corrigiendo al pasar el tiempo.
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Bello Aguirre por su parte, cuenta que al inicio del ciclo escolar, la vigilancia hacia los chicos para salvaguardar su seguridad fue complicada, ya que siempre buscaban tener ese contacto con el otro por la añoranza, la intención de convivir otra vez. Sin embargo, ahora considera que se han vuelto más ansiosos. “Es complicado darles a entender que aún no es una batalla ganada”.
A pesar de que considera que han hecho un hábito los protocolos de seguridad, sigue la necesidad de cercanía entre ellos, además de que muchos perdieron habilidades sociales básicas durante el tiempo en el que se encontraron distanciados de los otros. Igualmente comenta que hay falta de tolerancia a la frustración por miedo al juicio.