¿Te ha pasado que llegas a algún lugar con tu novio/novia o con una amistad muy cercana, donde casi nadie los conoce, y les preguntan si son parientes? Algunos a veces hasta creían que eran hermanos. Puede ser algo incómodo, especialmente si es de tu pareja a quien se refieren y es hasta curioso porque ustedes no sienten que sea así.
Sin embargo, hay una explicación bastante lógica y básica para esta interesante incógnita, la cual lo explica la psicóloga clínica Vanessa Macías Gurrola. En entrevista nos señala que este tipo de búsquedas inconscientes se deben principalmente a la genética.
Vanessa explica que hay estudios que comprueban que los seres humanos buscan parejas que tengan algún parentesco a ellas, principalmente algún aspecto facial, ya sea los ojos o los labios, por dar algún ejemplo. Y esto se debe a que, desde que el humano se juntaba en comunidades, lo que buscaban era perpetuar la especie.
Anteriormente se buscaba que aquellas características que identificaban a la comunidad siguieran para poder distinguir a aquellos que sí era de la tribu y a los que no. Ahora, esta elección inconsciente se hace para perpetuar características de la persona que quiere seguir conservando en el tiempo para su dinastía.
Psicológicamente, a manera general, nos explica la psicóloga Macías que el ser humano busca relacionarse con personas que les gusten las mismas cosas o que tengan un pensamiento parecido al nuestro. Es una manera de tener mayor seguridad y confianza, pues es una zona conocida.
El relacionarse con personas que físicamente son parecidas tiene un significado psicológico en el sentido de que, inconscientemente, se busca repetir patrones y por ello es que es posible que se busquen personas parecidas, pues al tener una familiaridad lo relacionamos con la historia propia y el inconsciente cree que esa persona ha vivido las mismas cosas, por lo que este tipo de relaciones el inconsciente busca que sean espejos.
También la psicóloga recalca que el tiempo de convivencia con la pareja o con una amistad va generando que para las personas que los ven por primera vez les perciba un parentesco, pues conforme la relación se va estableciendo a tener una vida juntos, cada persona va tomando gestos o manías de la otra y eso hace que se perciba una familiaridad.