A pesar de que en ocasiones llegan a ser molestos, el contar un hermano puede ser de gran ayuda para las personas, pues tener un miembro de la familia cercano a las edades de cada uno, puede generar en ellos sentimientos de compañerismo y amistad.
En 2020, en términos globales, se encontró que las mujeres tenían en promedio 2 hijos, mencionan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El contar con un hermano es beneficioso para el crecimiento personal e interpersonal, pues es el primer contacto con personas parecidas en edad.
La psicoterapeuta Mariana Alejandra Cárdenas Valencia comenta que estos integrantes son el primer acercamiento a la vida en sociedad. También son compañeros para explorar el mundo y moldear la adaptación a los diversos retos de inmersión en la vida social y mencionando que lo más importante que se adquiere mediante la convivencia con los hermanos es la negociación.
“Como en todas las relaciones humanas existen conflictos, sin embargo, vivimos con nuestros hermanos y tendremos que aprender a lidiar con estas problemáticas, formándose así nuestra habilidad para lograr acuerdos, que será muy útil en la vida cotidiana una vez que formemos más relaciones interpersonales”, declara Cárdenas Valencia.
Señala que es relevante cultivar el afecto entre hermanos ya que comprenden el mundo interior del otro mejor que cualquier persona, la convivencia es constante, pues se comparte espacio, padres, familiares, en muchas ocasiones escuela y juegos, por lo que podrán ser más empáticos y ofrecer apoyo en situaciones que muchas personas fuera del núcleo familiar podrían no entender.
El portal de Educación Inicial recomienda algunas acciones para ayudar a que esta convivencia sea positiva para ambos integrantes. Son las siguientes:
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- Permíteles jugar juntos en actividades en las que ambos puedan tener éxito como construir una casa con cubos.
- Reconoce describiendo cuando interactúen positivamente entre ellos.
- Da a cada uno su espacio, respetando las actividades planeadas, así como sus pertenencias, ya que esto les permitirá sentirse valiosos.
- Haz con cada uno actividades especiales para su edad y dales tiempo para hablar o hacer cosas que a ellos les interesen, esto disminuirá el sentido de rivalidad.
- Apoya y guía a los pequeños para que puedan realizar actividades que normalmente realizan los mayores como poner los platos en la mesa.
- En lugar de tratar a tus hijos de la misma manera y buscar darles lo mismo, muéstrales que son únicos e importantes y céntrate en sus necesidades particulares.
- Evita las comparaciones negativas o positivas entre ellos; en vez de eso, describe las acciones que cada uno hace mencionando lo que ves, y lo que esperas que hagan.
- Aprovecha la diferencia de edad y apóyate de los niños más grandes para cuidar a los más pequeños, siempre y cuando ellos quieran y no se vuelva una tarea frecuente, ya que esto es una responsabilidad de los padres.