El género es un constructo social que se ha ido definiendo y adaptando conforme a los siglos dependiendo de las generaciones y pensamientos de cada época vivida por el ser humano. Sin embargo, en el caso de los hombres, siempre se les ha exigido ciertas conductas y comportamientos que resultan en actitudes tóxicas, violentas y agresivas.
A estas conductas que debe seguir el género masculino se les denomina como “masculinidad frágil”, la cual hace a los varones tratar de esconder sus emociones, hacerse fuertes ocultando sentimientos de miedo, angustia, debilidad o inseguridad al sentirse vulnerables, menciona el artículo “La masculinidad frágil y cómo la cultura del “macho” afecta a los hombres mexicanos”, publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Claudia Lizeth Santana Espinoza, psicóloga con diplomados en Neuropsicología y Terapia sistémica, menciona que, partiendo de la premisa de lo que socialmente hablando se les ha impuesto a este género, se les condena a tener que desempeñar el hecho de ser de una manera específica.
Esta conducta es dañina debido a que, al ser seres humanos, todos somos iguales y el limitar a los hombres y no permitir expresarse libremente los deshumaniza. “No tendríamos por qué polarizarnos para que los hombres piensen que solo tienen permitido hacer algunas cosas y que sería un “delito” o un “pecado” el que haga cosas que no se me permiten socialmente”.
Viéndolo en el tema social, Santana Espinoza declara que esta tan normalizado que ni siquiera se puede dar un dato específico de cuándo iniciaron estas normativas para el género masculino. Manifiesta que este es un tema primordial, por lo que abrir el dialogo de los roles es una necesidad, ya que los límites de la masculinidad son tan rígidos y conservadores que terminan vulnerando de manera física, psicológica y social, tanto a los demás como ellos mismos.
“Es básicamente como si educáramos a los niños para ser autosuficientes, demasiado fuertes, agresivos, para invalidar sus emociones y polarizarse para ser aceptado por la sociedad”. Recomienda entonces que, como personas, adoptemos una responsabilidad en donde aportemos algo para ir combatiendo esta problemática poco a poco.
- Te recomendamos Conmemora a las mujeres científicas con estas charlas Aula
Resignificar las experiencias y quitarle las etiquetas a las actividades ayudará a que, con el tiempo, las masculinidades puedan ser más sanas y empezar a ver seres humanos que viven y se están formando. Además de procurar la salud mental, un tema competente para todos y concebirnos como seres humanos que buscan ser funcionales.
Derribar las creencias sociales que tenemos es necesario para ir erradicando la masculinidad frágil para generar mejores seres humanos, concluyendo con que todo lo mencionado es responsabilidad de todos para hacer el cambio y analizar conscientemente estas conductas para crecer y generar personas más libres.