Sé guía de un museo interactivo y disfruta tu servicio social

Se animó a ser parte de los guías del museo debido a que el mismo personal fue a su preparatoria a promocionarlo a los estudiantes, al igual que un amigo los incitó.

Museo El Acertijo en Gómez Palacio.
Karla Rodríguez
Gómez Palacio, Durango /

Es común que en las preparatorias se solicite a los alumnos a hacer servicio social, una actividad que involucra al joven a dar un aporte a la comunidad. Este puede ser hecho de muchas maneras, como en programas de caridad, apoyando en comedores comunitarios, entre otras cosas.

Una de las actividades que se pueden hacer para cumplir con este requisito es el ser guía de un museo, ya que éstos brindan a la sociedad de conocimiento, sobretodo si es interactivo. Ángel Jasiel Torres González, auxiliar de Servicios Educativos en el Museo Interactivo Acertijo en Gómez Palacio; estudiante de Ingeniería Civil y quien, por tres generaciones, fue guía de este mismo comparte para Aula Milenio su experiencia.

Comenta que se animó a ser parte de los guías del museo debido a que el mismo personal fue a su preparatoria a promocionarlo a los estudiantes, al igual que un amigo los incitó, ya que sabía que la experiencia era buena. Entonces todos decidieron hacer el casting para ser parte del equipo, siendo seleccionados para ello.

Ángel Jasiel Torres González, auxiliar de Servicios Educativos en el Museo Interactivo Acertijo. (cortesía)

Describe la experiencia de ser guía de un museo interactivo como novedoso. “Conoces a muchas personas, no solo locales o nacionales, sino que también de otras partes del mundo, como asiáticos, y eso es algo muy padre”, declara Torres González, quien dice tuvo grandes vivencias cuando fue guía y que al recinto van desde familias muy participativas hasta otras más introvertidas.

Las experiencias que recuerda con mucha alegría son aquellas en las que acompañó a personas con discapacidades, especialmente una en la que su visitante fue una niña de ocho con discapacidad visual. Recuerda que era muy lista y que podía percibir su alrededor con el sentido del tacto, algo que lo ha marcado positivamente hasta el día de hoy. “Fue muy distinto a lo que me solía tocar, pues tenía poco de abierto el museo por la pandemia”.

Recomienda ampliamente la experiencia del museo para todos los jóvenes laguneros que están pensando en hacer su servicio social, pues brinda de muchos beneficios a estudiantes que deben mejorar en aspectos como hablar en público, un mejor desarrollo personal, una mejora en la comunicación corporal y nivel de voz para hablar con los visitantes del museo.

“Aquí no solo aprenden a poder convivir con distintas personas y un mejor desarrollo personal, sino que también hacen amistad con otros guías. Hay un ambiente muy bonito entre todos los guías y es algo que buscamos mantener siempre”, concluye.

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