La asociación civil Desarrollo Integral del Menor (DIME), la cual se ha dedicado durante más de 10 años a ayudar a los menores a través de la música, decide hacer algo sin precedentes: busca a través de la música darle alegría a los presos del Centro de Readaptación Social (CERESO) de Torreón al hacer la primera Orquesta Filarmónica en el mundo dentro de un centro penitenciario.
Al comprender que la vulnerabilidad se encuentra en cada ser humano, la asociación decidió así darles a los internos una segunda oportunidad de conectar con su humanidad y sensibilidad a través de este arte, en el que se ha encontrado muchos beneficios para aquellos que la integran, según comenta Miguel Ángel García Rodríguez, Director Artístico de la Orquesta Filarmónica del CERESO de Torreón.
“Y hoy día, este proyecto nos ha llenado de luz. Porque hemos logrado conectar con los corazones de los internos que, por alguna circunstancia, la vida los ha mantenido en estas condiciones. Sin embargo, ello no quiere decir que no tengan un espíritu con un potencial creativo, de encontrarse y darse sentido”, declara Miguel Ángel en el video hecho para la sociedad lagunera.
Ana Rendón Isunza, Directora Adminstrativa de la asociación civil, comenta que cuando García Rodríguez le comento de DIME CERESO, al inicio le parecía que el proyecto no encajaba con la misión que tienen, puesto que siempre se habían dedicado a darle oportunidad de crecimiento a los menores de edad desde los cinco años y las edad máxima siempre había sido hasta los 20 años.
Sin embargo, al pensar en todo el cambio positivo que ha tenido el proyecto con los menores de edad, la idea de traerles a los internos ese cambio de vida, esa nueva manera de ver el mundo y de darles un sueño y una aspiración, empezó a ser algo que daba sentido al proyecto. “Entonces, pensé que podríamos, a través de la música, mediante los maestros, mediante la dirección de Miguel, darles la dignidad que les hacía falta volver a recuperar en su vida” declara Rendón.
Miguel a través del video explica que la música es una condición espiritual y psicológica que conecta con los corazones de los seres humanos y que esta era la razón por la que se pensó en llevar este conocimiento a los internos del centro penitenciario, porque, en sus palabras: “es paradójicamente, darles libertad”.
También se pueden percibir en el video las declaraciones de internos que hablan de cómo este proyecto y la música en general los hace sentir libres, conectar con sus emociones y como esta ha sido un don que les ha ayudado a volver a sí mismos y a ser mejores seres humanos, volviendo a conectar con su paz interna, dándoles una conexión a un mundo fuera del centro.
Los internos invitan a los padres de familia y menores a conectar con la música y el tocar un instrumento, pues para ellos siendo adultos les ha cambiado la percepción del mundo, por lo que saben que, de haber tenido la oportunidad siendo menores, podría haber sido diferente su vida y es una manera de autodescubrirse y conocer sus fortalezas.
El proyecto tuvo origen gracias a una presentación que hizo la Orquesta DIME integrada por menores de edad en el centro penitenciario el 16 de septiembre de 2019. Se inició el trabajo con los internos en noviembre de ese mismo año y en marzo de 2020 se suspendió debido al confinamiento por la pandemia de covid-19. Sin embargo, se reincorporaron a las actividades desde abril de 2021.