¿Cómo detectar y prevenir el acoso escolar? Te brindamos algunas señales y acciones

Aunque algunos padres o tutores tienen la creencia de que este tipo de conductas forja el carácter de los menores, la realidad es que ocurre todo lo contrario.

El acoso escolar puede causar depresión. | Freepik
Karla Rodríguez
Torreón, Coahuila /

Una de las problemáticas más importantes en las escuelas es el acoso escolar o bullying, una práctica que se puede dar entre compañeros de clase que ocasiona diversas consecuencias a nivel emocional. Los adultos responsables de los menores tienen la obligación de detectar señales de alerta y buscar medidas de prevención para reducir la incidencia de este tipo de violencia.

El sitio web stopbullyin señala la importancia de hablar con los niños en los que se detectan señales de ser acosados. Éstas también pueden poner de manifiesto otros problemas, como la depresión. Indican las siguientes señales:

  • Lesiones inexplicables.
  • Pérdida o rotura de ropa, libros, dispositivos electrónicos, u otros artefactos.
  • Dolores de cabeza o estómago frecuentes, sensación de malestar o simulación de enfermedad.
  • Cambios en los hábitos alimentarios.
  • Dificultad para conciliar el sueño o pesadillas frecuentes.
  • Calificaciones bajas, pérdida de interés en las tareas escolares, o negarse a ir a la escuela.
  • Pérdida repentina de amigos o deseo de evitar situaciones sociales.
  • Sentimientos de impotencia o disminución de la autoestima.
  • Comportamiento autodestructivo como escaparse del hogar, autoinfligirse heridas o hablar de suicidio.

El Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes indica que, aunque algunos padres o tutores tienen la creencia de que este tipo de conductas forja el carácter de los menores, la realidad es que ocurre todo lo contrario, pues las personas que lo viven llegan a sufrir de baja autoestima. Por ello, es que sugieren acciones para prevenir y salvaguardar la integridad de los menores, como los siguientes:

  • Tener una buena comunicación con el infante o adolescente, ya que muchas veces guardan silencio ante las agresiones, con lo que cierran la posibilidad de que se les auxilie.
  • Fomentar una buena comunicación con los docentes, pues la cercanía que tienen con su alumnado les permite detectar síntomas de violencia.
  • Concientizar a la niñez y las adolescencias de que existen límites y que esas actitudes pueden causar problemas psicológicos a futuro para quien lo sufre.
  • En el caso de los acosadores, aunque regularmente copian este tipo de conductas de personas que habitan el hogar, es necesario estar al pendiente de lo que miran en la televisión y en las redes sociales, ya que de allí también se pueden adquirir este tipo de comportamientos.
  • La persona que ejerce el acoso escolar también es una víctima que basa sus actitudes en lo que aprendió en lo que le rodea, por lo que se le debe brindar acompañamiento y orientación para que recapacite.

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