Los niños necesitan la oportunidad de externar sus emociones, sin embargo, para ello es esencial que los menores aprendan a darles un nombre, pues de no hacerlo no sabrá qué es aquello que siente, por lo que no podrá liberarlo completamente, causando que la desesperación o frustración los haga cometer acciones que puede perjudicarlos.
Por ello, te queremos dar algunas actividades que se pueden hacer en el salón de clases o en casa para que poco a poco vayan aprendiendo sobre las emociones, sus nombres y cómo se sienten, con el fin de que pueda nombrarlas y sentirse con la libertad de expresarlas.
El diario de las emociones
Si el niño ya está en una edad en la que sabe escribir, es una buena técnica para que aprenda a expresar sus sentimientos y emociones, además de que vaya sacando en el día todo aquello que sintió, fuese placentero o no. Deberá iniciar con lo positivo del día y concluir con aquello que fue menos agradable. De esa manera libera emociones y recuerda que, sin importar si el día no fue del todo bueno, siempre hay algo positivo.
Detective de las emociones
Para esta actividad pueden hacer uso de revistar o imágenes y escoger distintas personas en escenarios concretos. De esa manera buscarán adivinar el estado emocional de la persona en ese momento y después reflexionar en las causas que personalmente los hayan llevado a sentirse así. De ese modo, podrán darle una imagen que asociar a las emociones, haciendo más fácil la expresión de las mismas.
Marionetas o muñecos
Jugar de esta manera puede hacer que hablen más fácilmente de emociones, pues no se sienten expuestos de manera directa. Para este juego se necesitan papeles en donde lleven escrito emociones y juguetes. Deberán elegir tres papelitos al azar y tres muñecos para hacer una historia con las tres emociones que le tocaron. Puedes hacer el juego más fácil o difícil agregando o disminuyendo las emociones y personajes.
Espejos
Para éste, el padre de familia deberá ponerse frente al espejo, hacer el gesto de la emoción que quiere que imite y después el menor deberá replicarlo en el espejo. De este modo puede tener una idea de cómo se ven las emociones que en ocasiones experimenta el pequeño y es una actividad divertida para hacer.
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Dado de las emociones
Es necesario hacerlo con aquellas que el infante ya tenga cierto conocimiento. El participante deberá tirar el dado sin que ningún otro compañero vea para saber qué emoción deberá expresar sin hablar y los demás deberán adivinar la emoción que le tocó. Es un “caras y gestos”, pero llevado a que los menores puedan expresar su sentir en un futuro.