El Hospital Materno Infantil del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (Issemym) ofrece cada semana aproximadamente tres cirugías de corazón, principalmente en niños con alguna cardiopatía congénita, tanto a corazón abierto como con otras técnicas.
La especialista pediatra de este instituto, Gerdirasema Del Cid Vázquez, detalló que la incidencia de cardiopatías congénitas en la entidad es prácticamente similar a la que se tiene a nivel mundial, es decir, un caso por al menos cada 100 nacimientos, por lo que contabilizan anualmente aproximadamente 22 mil casos.
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“Realmente dentro de la población de Issemym es muy frecuente, nuestras consultas rondan las 3 mil 500 por trimestre. Contamos con un equipo de tres cardiólogos pediatras, que implica la atención cardiovascular ya sea quirúrgica o médica”.
Señaló que cuando se habla de este padecimiento se hace referencia a un daño estructural en el corazón, ya sea que presente una ventana de más, un orificio de más o puertas mal estructuradas, que son las válvulas, por lo que usualmente 25 por ciento de los casos necesitan una cirugía antes del primer año de edad, mientras que entre cinco y 10 por ciento van a necesitar algún procedimiento de urgencia para poder mantenerse con vida, por lo que la mayoría de los son de naturaleza quirúrgica.
“Realmente implica procedimientos quirúrgicos que sí son de costos elevados, pero involucran una resolución en el problema estructural del niño y alcanzan una vida normal, que es lo que más nos importa, la idea es mostrar que tienen una calidad de vida normal, que realmente con la detección temprana y oportuna sí se pueden cambiar las cosas para bien”.
Anualmente, añadió, realizan aproximadamente 80 cirugías de este tipo, con un indicador mínimo de complicaciones post quirúrgicas, con un grado de éxito importante, resultados que se dan tanto por la experiencia del personal como por el apoyo de los padres de familia.
La especialista indicó que entre los factores de riesgo asociados a este padecimiento destaca la genética, es decir, casos de cardiopatías congénitas en otros integrantes de las familia que se suman a la desnutrición, los cuidados durante el embarazo y previo a la concepción y las infecciones que se presentan durante el primer trimestre del embarazo, que es el momento en el que se da la formación del corazón del bebé, además de las enfermedades originadas por virus como la rubéola.
Explicó que su aparición también está relacionada con los embarazos en adolescentes, ya que las mamás aún no cuentan con la madurez física para que se dé el proceso de gestación, del mismo modo es mucho más probable en embarazos tardíos o después de los 35 años de edad.
En el marco del Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, señaló que este padecimiento suele tener una mayor incidencia en niñas, con hasta tres casos por cada niño, por lo que reiteró el llamado a mantener las tareas preventivas antes y durante el embarazo, disminuyendo o evitando el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco.
La duración del tratamiento, añadió, dependerá de la propia cardiopatía, ya que si se presenta desde los primeros momentos después del nacimiento su atención es inmediata, mientras que los resultados quirúrgicos dependen de la edad, peso, de la situación en la que se encuentren las estructuras del corazón, así como otros factores.
MMCF