Entre los andadores de un fraccionamiento de viviendas de interés social se observa el lento caminar de adultos mayores, la mayoría mujeres, que se dirigen a su consulta gratis, al menos, así les fueron a decir a sus casas.
La señora Toñita espera su turno sentada en una silla de plástico acomodada en la sombra. No tarda ni 5 minutos cuando la invitan a pasar a la consulta con el médico, que acomodó su improvisado consultorio en la puerta de una casa de la colonia Insurgentes, al norte de Tampico.
“¿Qué es lo que tiene?", le pregunta el médico muy profesional vestido como si estuviera en el hospital. La mujer de la tercera edad dice que le duele la garganta.
Después de hacer la inspección de la garganta poniendo el abatelenguas en la boca de la señora, el médico le dice “tiene la garganta inflamada, le voy a dar para desinflamar y antibiótico, así prevenimos algo más fuerte... ¿Es usted alérgica a algún medicamento", se escucha en aquél consultorio improvisado.
Terminó la consulta pero hay que seguir con el trabajo, así que el siguiente paciente es otra mujer de la tercera edad, a quien después de explicar su problema al galeno, se opta por tomarle la presión con la ayuda de los asistentes.
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En las sillas de plástico a medio andador y áreas verdes de dicha colonia, cerca de dos decenas de ciudadanos esperan su turno y, para hacer el momento más enriquecedor, una mujer brinda una plática sobre prevención del cáncer mamario.
“Se deben de autoexplorar y si sienten un bulto en el pecho o, incluso en la axila, deben acudir a su médico. A veces dicen que es por el desodorante, pero no siempre es así", refiere la conferencista ante los vecinos que escuchan atentos.
Se trata de una jornada que es organizada por recursos propios de los regidores de la 4T en Tampico, Mónica Villarreal, Leticia Hernández, Juan Pizaña y Cuitláhuac Ortega, que están en el sitio.
Una mujer de logística pregunta “¿Quién viene a consulta?". Y de inmediato todos levantan la mano, el 100% de las mujeres, el 90% de la tercera edad, espera la oportunidad para poder recibir atención médica gratuita.
“No tenemos para la consulta en la farmacia y menos para la medicina, si me atiendo no como'', dijo Toñita, quien se regresó caminando a su casa con una bolsa de medicinas en la mano y con el diagnóstico de que pronto estará mejor de su salud.
Es un ejemplo de cómo el coronavirus ha complicado la economía de las familias y cómo los ciudadanos aprovechan cualquier oportunidad para atender sus necesidades de salud.
SJHN