En Puebla, mil 755 adultos mayores a los 60 años fallecieron luego de que dieron positivo a covid-19, cifra que representa 52 por ciento de las tres mil 354 personas que perdieron la vida tras dar positivo a las pruebas.
De acuerdo con el sistema de información DataMexico del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), del total de adultos mayores a los 60 años que fallecieron en Puebla, 903 tenían entre 60 y 69 años de edad; mientras que 597, entre 70 y 79 años; y 255 tenía más de 80 años.
Del total de fallecimientos, la mayoría son hombres, mil 93, es decir, 62 por ciento; mientras que el 38 por ciento corresponde a mujeres mayores a los 60 años.
Ante la situación de vulnerabilidad que enfrentan los adultos mayores por la emergencia por el coronavirus, Guadalupe Chávez Ortiz, directora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana Puebla, resaltó la importancia de que la sociedad establezca una mirada desde la empatía y la escucha activa a las personas de edad avanzada.
“Los días de guarda han significado un redescubrimiento de los espacios habitacionales y sus protagonistas. De repente, somos más conscientes de los vecinos de junto (...) En algunos casos, reconocemos que son personas mayores con necesidades específicas”, comentó.
De acuerdo con cifras oficiales (2018), alrededor de 1.7 millones de mexicanas y mexicanos viven solos, siendo los adultos mayores una parte importante de esta cifra. En Puebla, más de 600 mil personas son adultos mayores.
“Se trata de mujeres y hombres que pueden contar con enfermedades crónicas, deficiencias en el sistema inmunológico y falta de empleo. Este contexto ha propiciado algunos apoyos del sector público, como el cobro anticipado de pensiones o la atención prioritaria en centros de salud”.
Explicó que las personas mayores se enfrentan a múltiples dificultades para hacer actividades cotidianas. “Realizar pagos o conseguir comestibles pueden poner en riesgo su salud. Por ello, es importante construir redes de atención y acompañamiento”.
Resaltó que si las salidas son inevitables, los adultos mayores deberán extremar las multicitadas precauciones: guardar la sana distancia, utilizar cubrebocas, procurar un aseo exhaustivo al regresar a casa y no salir en caso de presentar malestar físico.
Por separado, Sergio Juárez Rugerio, especialista en Geriatría de la Facultad de Medicina de la Upaep, destacó que la pandemia afecta a las personas de más de 60 años de edad en lo económico, social, biológico y psicológico.
“En el caso de la gente adulta, los problemas pueden ser más serios, porque ha estado limitada en la mayoría de los casos, al confinamiento en sus casas por más de cinco meses, lo que va generando una serie de dificultades en su proceso de envejecimiento por su estado anímico”, expresó.
La fisiología normal del proceso de envejecimiento de las personas se traduce en que disminuyen las capacidades del sistema inmunológico y es una de las puertas de entrada del covid-19.
Comentó que gran parte de los adultos mayores presentan problemas de comorbilidades que hacen más complicada su recuperación cuando son contagiados por covid-19, como diabetes, hipertensión, obesidad e hiperlipidemias.
La pandemia provocó cuadros de ansiedad, depresión, desesperación, angustia y, en algunos casos demencia o agresividad en adultos mayores, que se encuentran resguardados en sus mismas casas, en casas hogar o viviendo solos, situaciones que deberán ser atendidos mediante la conciliación o bajo tratamiento médico.
Difícil modificar hábitos
Los adultos mayores, mujeres y hombres de edad avanzada son personas cuya idiosincrasia recae en usos y costumbres que no necesariamente corresponden a los nuevos paradigmas sociales, comentó Guadalupe Chávez Ortiz, directora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana Puebla.
“Para asegurar una adaptación eficaz a las medidas de prevención sanitaria, son fundamentales tres ejes: No infantilizarles, no sólo hay que decirles qué hacer, sino explicarles la situación, los riesgos y medidas de prevención que todas y todos hemos de seguir; erradicar el concepto de la terquedad y sustituirlo por una concepción de que la o el adulto mayor es una persona con ideas consolidadas que difícilmente cambiarán; y guardar la paciencia y llegar a consensos por el bien de todas y todos”, comentó.
La especialista explicó que a pesar de que muchas familias viven en hogares separados, esto no implica que no se pueda dar acompañamiento físico de forma moderada.
“En estos casos, las visitas no están prohibidas, sino que la cercanía física debe limitarse. Llevar despensa o medicinas es un buen pretexto para un encuentro breve y precavido (...) El cuidado de los adultos mayores está estrechamente relacionado con el aspecto emocional y anímico”, comentó.
Crecerá al triple la cifra de adultos mayores
Sergio Juárez Rugerio, especialista en geriatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que para el año 2050, la cifra de adultos mayores casi se triplicará.
“En Puebla, hay alrededor de 600 mil adultos mayores que en cada caso, presentan diferentes complicaciones de salud, que van desde problemas de diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, demencia y Alzheimer, entre otras. A nivel nacional, en el año 1950 en México sólo había cerca de un millón 500 mil adultos mayores y ahora contamos con, aproximadamente, 13 millones 500 mil. Para el 2050, se estima que haya más de 36 millones de adultos mayores”, apuntó.
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