Así puedes hacer que tus hijos coman verduras

Modificar los hábitos alimenticios y ofrecerles una variedad de verduras a tus hijos de forma constante podría hacer que el consumo de éstas aumente, según estudio australiano.

Ofrecer una gran variedad de verduras podría aumentar el consumo en los niños (Shutterstock)
DPA
Madrid /

Los niños suelen consumir muy pocas verduras o rechazarlas por completo, pero eso es un problema que tiene solución. Según un estudio realizado en Australia, ofrecer una gran variedad de verduras a sus hijos de forma habitual podría ayudar a que estos las acepten y por lo tanto incrementar su consumo.


Se trata de un estudio publicado en el Journal of Nutrition Education and Behaviour, liderado por la experta Astrid A.M. Poelman, del área  Agriculture & Food , Sensory, Flavour and Consumer Science en North Ryde (Australia).

El estudio reunió a una muestra de 32 familias con niños de entre cuatro y seis años donde el consumo de verduras era bajo. Los padres completaron una encuesta en línea y asistieron a una reunión informativa. Después, se crearon tres grupos: niños a los que se les daba siempre la misma verdura, niños que recibían una gran cantidad y variedad de verduras, y un grupo donde los hábitos de consumo de alimentos no cambiaron.

Los datos del estudio se han recolectado de diversas maneras: dos cenas en las que los niños podían comer tanto como quisieran de brócoli, coliflor y ejotes; cambios en el consumo de verduras en casa o la escuela registrado a través de diarios alimenticios; y padres que registraban su consumo de verduras usual.

Las estrategias del ofrecimiento de verduras eran realizadas por los propios padres. Las familias que introdujeron una sola verdura sirvieron brócoli, mientras que las familias que probaron la variedad dieron a sus hijos brócoli, calabazas y chicharos.

La clave para que tus hijos coman verduras es ofrecerles variedad. (Shutterstock)


A los padres se les dio un vale para comprar las verduras e instrucciones en torno a la cantidad de verdura que tenían que ofrecer, así como sobre la manera de cocinarla. Así, a los niños se les sirvió una pequeña pieza de verduras tres veces a la semana durante cinco semanas y, cada vez que los niños comían una verdura, se les daba una estampa como premio.

No había diferencia entre los grupos al principio del estudio. En la cena, durante la cual los niños comían con sus padres presentes, no se incrementó el consumo, debido quizás a la falta de costumbre. La aceptación de verduras se incrementó para los grupos donde solo se comía un tipo de verdura y donde la variedad era múltiple.

Las familias que ofrecían múltiples verduras registraron un incremento en el consumo, mientras que no había cambios en la frecuencia dentro de las familias que servían una sola verdura o aquellas donde no se habían alterado las costumbres alimenticias. Así, aumentó la aceptación de gran cantidad de verduras durante estas cinco semanas del estudio y se prolongó a un seguimiento de tres meses. Al seguir el estudio, los padres afirmaron que ofrecer verduras era "muy fácil" o "bastante fácil" si se siguen las pautas del informe.

Poelman recomienda que "mientras la cantidad de vegetales ingeridos aumentaron durante el estudio, la cantidad no seguía parámetros dietéticos, aunque el estudio mostró que la estrategia de la variedad era más exitosa para aumentar el consumo que la de ofrecer un solo tipo de verdura".

​lnb

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