El asteroide 2006 QV89, de 40 metros de diámetro y del cual se aseguraba que impactaría la Tierra en septiembre, es un evento para monitorearse a detalle pero no para alarmarse, afirmó el doctor Mauricio Reyes, del Instituto de Astronomía de la UNAM, especialista en este tipo de fenómenos. Matemáticamente no se puede descartar, pero resaltó que la probabilidad de un impacto es muy baja, casi de una en 20 mil.
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¿Cómo puede afectar el impacto de asteroides?
De acuerdo con un comunicado de la UNAM, todos los asteroides tienen una cierta incertidumbre al determinar su posición.
También errores en cómo se calcula su trayectoria, y por esto, para algunos objetos no es posible descartar categóricamente que puedan llegar a chocar con la Tierra.
“Sin embargo, yo no diría que hay que alarmarse. Hay que observarlo con detenimiento, y restringir su órbita de la mejor manera una vez que se acerque a la Tierra, porque la trayectoria más probable, definitivamente no es de colisión, sino que pasaría a mas de 20 veces la distancia a la Luna”, explicó Reyes Ruiz.
En el estudio de estos objetos se utiliza la Escala de Palermo, la cual mide qué tanto riesgo representa un objeto.
Es una mezcla de la probabilidad de que choque, y del daño que provocaría de acuerdo a su energía. Valores positivos de este índice nos generan preocupación. Los objetos con índice entre 0 y -2 ameritan ser observados con cuidado. Valores menores se considera que no representan un peligro importante. El 2006QV89, tiene un valor de -3.32 en esta escala.
La NASA y su proyecto para desviar asteroides
Sin ningún plan en acción para interceptar este asteroide, el doctor Reyes Ruiz compartió que “hay proyectos o iniciativas en diferentes grados de desarrollo para el futuro, pero no se están echando a andar para 2006QV89”.
Con iniciativas en la comunidad internacional, muchas son hipotéticas. Aún se discuten en conferencias y podrían usarse para probar tecnologías que desvíen asteroides en los próximos años, como es el caso de la misión DART de la NASA.
El peligro de que choquen otros asteroides
Con el conocimiento de más del 90 por ciento de los objetos de tamaños de más de un kilómetro de diámetro, consideró que estos son más fáciles de detectarlos.
Desde este punto de vista, aseguró que “sabemos dónde están estos objetos y no hay riesgo significativo de que alguno colisione con la Tierra en cientos de años”.
Así, reiteró que hay una probabilidad mínima de peligro con el objeto 2006 QV89, y ningún otro cuerpo tiene una probabilidad de colisión comparable.
Como apenas se conoce una centésima parte de los objetos de dimensiones similares, en órbitas que se acercan a la Tierra, subrayó que es importante seguir buscándolos.
MJA