Largo camino a casa; la difícil tarea de dejar Brasil en medio de la pandemia

El investigador y docente de la UAEMex, Aristeo Santos López, quedó varado en Río Grande del Sur desde febrero debido al coronavirus.

"De un día para otro hubo que buscar donde meterse". (Especial)
Aura Moreno
Toluca /

Aristeo Santos López, investigador y docente de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), viajó en febrero a Brasil para realizar una estancia académica de un mes, en ese momento desconocía que una pandemia cambiaría sus planes y lo mantendría en el extranjero hasta el lunes 8 de junio, cuando podrá regresar a casa.

El toluqueño varado en Río Grande del Sur se encontró con fronteras cerradas entre países y ciudades, con restricciones de viajes y cancelaciones de vuelos comerciales, lo que extendió su estancia casi tres meses lejos de su familia, amigos y agotando sus recursos económicos.

“Nos quedamos sin poder movernos, de un día para otro hubo que buscar donde meterse y muchos donde los agarró la noche ahí se quedaron. Hay estudiantes, turistas y personas que vienen por trabajo, de repente nos vemos acorralados en una realidad que no conocemos en un país donde todo es caro”.

Se registró en la embajada que anunció la salida del único vuelo humanitario que salió de Sao Paulo hacia México el 25 de abril, en el que 91 mexicanos volvieron, pero Aristeo no fue uno de ellos; frente a la falta de opciones se sumó a una red con más de 100 mexicanos en su misma condición.

Después de ser paciente, tocar puertas y vivir en la incertidumbre, una agencia privada ofreció un viaje con un costo por boleto de 850 dólares, por lo iniciaron una campaña para recaudar fondos y lograron comprar 10 de aproximadamente 120 boletos que se vendieron, y por fin podrá el próximo lunes a las 6:00 horas.

“La colecta concluyó porque ya no hay más pasajes, se dio la solidaridad y se consiguió ayudar a algunos de los que no tenían la posibilidad económica, ya que no es un vuelo humanitario es privado así que vendieron todo lo que se pudo vender”.

Para algunos el precio de regresar a sus hogares representará una gran deuda, otros se quedarán más meses a la deriva, porque aunque existe la compasión a distancia las acciones reales han sido pocas.

Esta experiencia nos dejó ver que sí hay solidaridad, pero que estamos desorganizados, además de que es importante fortalecer medidas para atender temas de bacteriología a nivel académico, administrativo, nos deja mucho reaprendizaje“, concluyó.

MMCF

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