Enfrentar la epidemia de covid-19 en temporada seca-caliente, con condiciones que favorecen altos niveles de ozono y de partículas suspendidas, incrementa el riesgo de la población a sufrir alergias y enfermedades respiratorias, lo que podría complicar la enfermedad en personas infectadas por el virus, advirtieron científicos.
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Los investigadores de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), Centro de Ciencias de la Atmosfera de la UNAM, Cinvestav y el Instituto Nacional de Salud Pública presentaron el documento: Coronavirus SARS-CoV-2, contaminación atmosférica y riesgos a la salud, donde compilan las relaciones entre la exposición a la contaminación atmosférica y el contagio y severidad de enfermedades virales.
Explicaron que los contaminantes del aire, como el ozono, incrementan significativamente la irritación e inflamación del sistema respiratorio, lo que reduce la capacidad inmune del organismo frente a virus y bacterias.
Los científicos hicieron énfasis en atender las recomendaciones del aislamiento en casa y la sana distancia ante la contingencia actual, ya que ayudará en la reducción significativa de la probabilidad de contagio del virus y logrará una mejora en la calidad del aire al reducir la emisión de contaminantes.
Señalaron que hasta el momento “el Índice de Calidad del Aire continúa indicando altos niveles de ozono o partículas suspendidas en las ciudades más pobladas de México, al quedarse en casa favorecerá la reducción a la exposición”.
Las personas sensibles a la contaminación atmosférica pueden presentar algunos síntomas similares a los generados por el Covid-19, por lo que permanecer en casa ayudará a disminuir el riesgo de falsos diagnósticos.
Además, los expertos destacaron que aunque no se han llevado a cabo estudios epidemiológicos sobre el efecto de las situaciones de alta contaminación atmosférica en esta pandemia, existen estudios sobre virus de la misma familia realizado en China, donde se encontró que las personas que vivían en ciudades con altos niveles de contaminación, tenían hasta un 84 por ciento mayor probabilidad de morir de infección respiratoria, indica el documento.
En el documento, indican que estudios existentes sobre el virus de la influenza han demostrado que su transmisión en el aire es sensible a las condiciones climatológicas; otro estudio sugiere que la transmisión aumenta en presencia de aire frío y baja humedad.
Además, el Covid-19 es capaz de unirse a partículas atmosféricas, pero no se mantiene por más de 3 horas. Sin embargo, en ambientes cerrados estas gotas portadoras podrían concentrarse o depositarse sobre las superficies, por lo que es preferible mantener las habitaciones ventiladas.
Sostienen que es necesario combatir los procesos que den lugar a una mayor cantidad de contaminantes en la atmósfera y a una mayor exposición de la población.
Indicaron que la evidencia científica indica que episodios como el que estamos viviendo, pueden repetirse con con microorganismos de diversas especies (como el sargazo en el Caribe, por ejemplo).
Por último, señalaron que los eventos hidrometeorológicos extremos o la dispersión masiva de contaminantes tóxicos, seguirán sucediendo en el futuro y existen las condiciones para que sean cada vez más graves.
ROA