Ante la pandemia del covid-19 y la falta de hospitales para atender procesos a mujeres, un grupo ha implementado un sitio para recibir a los hijos sin necesidad de salir de un ambiente hogareño en donde se sientan seguras y sin violencia obstétrica.
La asociación civil “Morada Violeta” abrió el 1 de marzo una casa de partería en la capital del país, en donde las mujeres aparte de poder atender su parto, podrán recibir pláticas de salud reproductiva y demás procesos naturales como el periodo y la menopausia de forma gratuita y segura. Idea que buscan implementar y capacitar en más lugares.
Según el Instituto Nacional de Salud Pública, entre 2011 y 2016 el 33.4 por ciento de las mujeres entre los 15 y los 49 años que tuvieron un parto sufrieron algún tipo de violencia por el personal de la salud en las instituciones donde fueron atendidas.
“La idea surge por la falta de espacios a la salud reproductiva de las mujeres, el modelo de la partería busca que haya menos cesáreas, menos violencia y una atención mucho más amorosa y digna para las mujeres. Nuestra idea es que se asemeje a un hogar, que haya una sala, una cocina, que no sea una esfera de hospital”, afirmó a MILENIO, Hannah Borboleta, directora de la casa de partería.
Durante el año que ha durado la pandemia del covid-19 en el país, el sistema de salud se ha visto rebasado, ante esto, Borboleta afirma que las mujeres han sido de los primeros grupos en resentir la falta de atención en su salud. Puso el ejemplo de Sierra Leona, en África, pues en la epidemia del ébola más mujeres murieron por complicaciones obstétricas que por la misma enfermedad.
“Con el covid estamos viendo lo mismo, las mujeres y otros grupos vulnerados tienen una falta de atención a su salud. Muchas mujeres nos han dicho ‘en meses no he ido a una consulta porque no hay, el hospital al que yo iba a mi acompañamiento prenatal ahora es solo para el covid’, ellas no saben a donde ir y muchas están en condiciones de pobreza, por lo que no pueden ir a un lugar privado para atenderse”, condena Borboleta.
En la casa de partería sólo atienden a las “mujeres saludables para un parto”, esto quiere decir que no pueden atender en sus instalaciones a mujeres con hipertensión, diabetes o alguna enfermedad que deba ser atendida por un doctor especializado en la salud.
Según la especialista en partería, el 85 por ciento de las mujeres en el mundo se podría atender con parteras, desde sus primeras menstruaciones, partos, menopausias, para un papanicolaou. Sin embargo, eso no sucede, pues en el país se tiene una educación de medicalizar todos los procesos, como “si fuera una enfermedad”, por lo que ella ve muchas intervenciones, como cesáreas, que son innecesarias y solo perjudican física y emocionalmente a la mujer.
“Nosotras no vamos a intervenir a menos de que la mujer lo quiera o la situación lo amerite. Sin embargo, si la situación lo amerita, pero la mujer no quiere no podemos intervenir, porque ese es uno de los pilares del modelo de partería, nosotros recomendamos desde un enfoque feminista, pero es el cuerpo de la mujer y su decisión”, aseguró.
Afirman que ellas se guían desde bases científicas y estudios que ya han señalado resultados favorables para las madres en el parto, pero que aún no son implementadas en los hospitales, como comer, beber líquidos, entre otras acciones.
“La mayoría de los médicos suelen no aprender a atender partos fisiológicos, sin intervenciones. Yo he ido a facultades de medicina a dar pláticas y los estudiantes me mencionan procesos de parto como si fueran recetas, pero las mujeres no somos recetas. Pero eso es lo que hacen, convertir nuestros procesos en patologías, problemas o recetas”.
En promedio en México se hacen un 42 por ciento de cesáreas, cifra que supera por mucho al 15 por ciento que recomienda la Organización Mundial de la Salud. “Eso quiere decir que hay muchísimas cesáreas que son innecesarias y solo perjudican la salud”, destaca.
Modelo de partería se ve perjudicado por falta de espacios en el sector salud
El mayor problema que las parteras mexicanas ven para realizar su labor diario es la falta de seguridad que pueden sentir las mujeres por no estar en un hospital, así como la poca ayuda que tienen para impulsar este modelo desde el sector salud.
“Hay mujeres que se animan con la partería muy fácilmente, ya hay más conversación pública del modelo. Pero como cualquier cambio cultural, no es fácil, hay mucho acostumbramiento al sistema hospitalario. Además, el modelo de partería con enfoque feminista es muy diferente”, afirma.
Otro inconveniente que han notado para que las mujeres se acerquen a este modelo es que las parejas de las mujeres no aceptan esta nueva idea, “muchos maridos dicen, ‘si tenemos IMSS por qué voy a pagar tu capricho de partería’, muchas veces nuestros derechos son vistos como eso, caprichos”.
Afirman que en si bien en la ciudad ya hay más casas de partería, ninguno de estos está capacitado con una perspectiva feminista. La colectiva Morada Violeta, también capacita con cursos a mujeres que quieran aprender partería, pues no hay lugares de estos suficientes.
“En un contexto con tanta violencia hacia las mujeres como el que vivimos en México es fundamental espacios seguros, en donde ellas tengan la decisión de sus cuerpos, donde sean escuchadas, donde les crean, etc”.
Hannah Borboleta, ve fundamental que haya más mujeres parteras dentro y fuera de los hospitales, lo que implicaría que desde la escuela se les enseñe este modelo a los médicos, médicas, enfermeros y enfermeras.
“Es difícil hacer este tipo de alianzas y poder trabajar en conjunto para la salud de las mujeres y los bebés, por el desconocimiento del modelo de partería, hay muchos prejuicios de las parteras. Las mismas mujeres tienen que hacer presión y no aceptar ser atendidas con violencia, porque es su derecho”, afirma.
Para recibir informes de todos los procesos que hacen atienden en el número 5615670324, así como en sus redes sociales.
ledz