El calentamiento global sigue haciendo de las suyas, y es que desde el 2023, la comunidad científica ha estado muy alerta por el incremento de temperatura tan repentino del Atlántico Norte, pues a mediados de éste 2024, no ha dejado de subir su índice.
Sin embargo, un fenómeno ha dejado muy desconcertados a los especialistas, pues a pesar de que en la zona norte del Atlántico va al alza, en el ecuador de éste enorme cuerpo de agua, su temperatura disminuyó 1° Centrigrado, arrojó una investigación hecha por La Vanguardia.
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La paradoja del enfriamento de las aguas ecuatoriales
En la últimas semanas de agosto del 2024, la comunidad científica ha estado muy alerta por los índices de temperatura registrados en el Norte del Atlántico, pero no sólo por esto, pues un fenómeno "contradictorio", ha dejado desconcertados a los especialistas, y es que el Atlántico ecuatorial se ha estado enfríando desde el pasado primero de junio.
Varios titulares de las revistas más especializadas en el estudio del cambio climático afirmaban que los expertos no lograban dar respuesta y explicación alguna a éste singular fenómeno natural, pero gracias a fuentes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) -consultadas por La Vanguardia- revelaron la posible descripción de ésta paradoja.
De acuerdo con el investigador del Centre de Meteorologia de la Universitat de Barcelona, Javier Jalupio, existe una "variabilidad oceánica", que daría pie al fenómeno natural conocido como "La Niña".
Éste fenomeno ocasiona la reducción de más de 0.5°C en la temperatura superficial del océano, y en el Atlántico, existe la peculiaridad de que éstas temperaturas superficiales son más altas durante la primavera; pero las más frías se registran entre julio y agosto.
La Niña...
Es un fenómeno climático que forma parte de un ciclo natural-global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur.
Y para esto hay explicación, ya que durante el verano, desde el sureste del globo soplan los vientos alisios (vientos que soplan de manera regular de este a oeste desde las altas presiones subtropicales hacia las bajas presiones ecuatoriales) con la suficiente fuerza para desplazar las capas de agua superficiales, más cálidas, hacia el oeste.
Dando como resultado que las aguas más profundas -más frías- suban hacia la superficie, generando un fenómeno que se conoce como "afloramiento ecuatorial". Cuando la baja de temperaturas es mayor a la habitual, aparece "La Niña" atlántica, correspondiente con la fase fría de un ciclo climático conocido como "modo zonal del Atlántico".
Alarmas por "La Niña" puede ser una arma para los negacionistas
Si bien el fenómeno de "La Niña" no es nada nuevo, pues se produce todos los años, asevera Javier Jalupio, por lo que los enfriamentos que se registraron "son perfectamente normales", pero lo que lo desconcierta a él, es la alarma que se hizo al respecto.
Y junto a él coincide la investigadora del Institut de Català, Cristina González, quien también forma parte del CSIC, e hizo hincapié en el hecho de que algo normal se puede tomar como algo anormal con el riesgo que ello tiene por su potencial de "arma del negacionismo climático".
"Este tipo de enfriamientos no chocan con el cambio climático. Que existan no niega que el aumento de las temperaturas se esté produciendo.", explican ambos. Javier Jalupio igual reconoció que en realidad, una de las grandes preguntas que se hace ahora la ciencia es cuál será el impacto de la crisis climática en la frecuencia de fenómenos como el Niño y la Niña.
La investigadora de Cataluña ahondó en que el verdadero "desconcierto" de la comunidad científica es por el extraño calentamiento del Atlántico Norte, el cual se ha estado produciendo así desde hace 2 años, y "para el que todabía no hay respuesta", subrayó Cristina González.
ROG