El confinamiento como medida obligatoria para romper con las cadenas de contagio del nuevo coronavirus aumentó entre las familias tlaxcaltecas el consumo de bebidas azucaradas y de comida chatarra, reveló la nutrióloga del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) delegación Tlaxcala, Aixa Paredes Pérez.
La especialista alertó que de continuar este comportamiento se tendrá otro problema de salud como el aumento de peso, debido a la mala alimentación, asociada por el estrés e inactividad de cada persona; cambios de humor relacionados con la ansiedad y que pueden dar pauta a un cambio de conducta alimentaria, principalmente en abuso de productos procesados.
“El confinamiento fue una medida preventiva para contener el virus originado en China, pero lamentablemente la medida resultó contraproducente en algunos sentidos, ya que la obesidad y el estrés han resultado como parte del encierro familiar”, explicó.
Alertó que si una persona almacena unos 60 gramos de grasa por día, no cuenta con un horario específico para comer, lleva una vida sedentaria y la falta de ejercicio, es la combinación perfecta para subir de peso.
Reiteró que una mala alimentación afecta la salud, es decir, favorece la presencia de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, enfermedades del corazón, impacta el sistema digestivo lo que dará origen para desarrollar obesidad y sobrepeso.
Por lo anterior, recomendó llevar una dieta a base de frutas, verduras, huevo, pollo, frutos secos, semillas, legumbres, ya que estos son alimentos que ayudan a mejorar la alimentación; sin embargo, también tienen que ir acompañados de una buena hidratación, por lo que se recomienda ingerir dos litros de agua simple.
Otras de las recomendaciones que hizo es no consumir productos procesados como azucares, salsas, refrescos y seguir un horario y hábito de ingestas saludables, así como planificar la compra de alimentos y realizar ejercicio de 5 a 20 minutos diarios.
mpl