María, Ana Sofía y José tienen en común su edad: 17 años, y que este martes recibieron la primera dosis de la vacuna para prevenir al virus SARS-CoV-2, el cual produce la enfermedad covid-19. Ellos recibieron el biológico porque forman parte del grupo vulnerable que padece alguna comorbilidad en Puebla.
Las jóvenes, quienes cursan la preparatoria, informaron que padecen diabetes y una condición cardiaca, respectivamente. Ambas aprovecharon y recibieron la vacuna para prevenir la influenza.
En tanto, el adolescente, además de Síndrome Down, reporta una hernia en la ingle que le limita la movilidad.
“Es necesario (que lo inoculen)”, señaló María Luisa Díaz Valencia, madre del menor, quien aclaró que ni ella ni José, ni el resto de sus otros siete hijos, han sufrido contagio por covid-19 desde que se declaró la pandemia. “Todos (hemos estado) bien, gracias”, añadió la madre de familia, quien reportó que al cubrir esta primera dosis todos en su hogar ya están protegidos, aunque en algunos casos parcialmente.
Por su parte, Alicia Palacios Gutiérrez, tutora de la joven que desde hace tres años padece diabetes tipo uno, explicó que a pesar de que su hija no ha sorteado alguna complicación mayor durante la contingencia sanitaria, gestionaron que la inocularan porque “ha registrado en este tiempo tres fuertes gripes e incluso le han realizado pruebas covid, que han salido negativas”. Detalló que es su única hija y que “por ese motivo no la mandó a la escuela”.
La joven, quien contó que va bien en sus clases de bachiller, se dijo emocionada por recibir su primera vacuna. “Ya voy a poder ir a la escuela (...) mi materia preferida es Taller de Arte”.
La originaria de la ciudad de Puebla reconoció que poco se ha informado sobre el proceso de vacunación, cuidados y reacciones. “La verdad es que ha sido más mi mamá la que se ha informado, no tanto yo”.
Alicia Palacios acota que están conscientes que las vacunas “no nos hace inmunes, pero si nos llegara a dar la enfermedad no nos va a dar tan fuerte como se han venido dando los casos”.
Entrevistadas en la fila previa para ingresar a la carpa de vacunación que se instaló en la zona exterior del Hospital para el Niño Poblano (HNP), la madre de familia confirmó que llegaban con todos los documentos solicitados.
“Sí vamos a aprovechar para que le pongan de una vez la vacuna contra la influenza. Cien por ciento, sí”, se despidió.
En tanto, Ana Sofía Beltrán Sánchez, quien padece una enfermedad cardiovascular, reportó que tras recibir el biológico del laboratorio Pfizer se sintió “un poco mareada cuando me la pusieron, pero todo bien”.
Asintió que antes de acudir al proceso de vacunación se dio a la tarea de investigar y documentarse sobre el proceso, medidas de prevención y posibles reacciones.
Por último, reportó que ninguna complicación generada por la propagación del SARS-CoV-2 ha padecido, lo mismo que su hermana de tan solo nueve años de edad.
AFM