Si bien la diputada Nora Merino recientemente presentó al Congreso local una iniciativa para reformar la Ley Estatal de Salud, para con ello la Secretaría en la materia realice la distribución gratuita de toallas sanitarias, tampones y copas menstruales, a fin de disminuir el gasto que las mujeres tienen en la compra de estos productos, Vid Torres cofundadora de Tonantzin (toallas ecológicas y copa menstruales) reconoció que en Puebla existen aún muchos tabúes y desinformación en el uso de copas menstruales porque “lo nuevo da miedo”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres), en promedio, cada mujer suma 65 días en lidiar con el flujo sanguíneo menstrual y puede llegar a utilizar en su periodo hasta 20 tampones o toallas desechables. Además, eroga cerca de 36 mil pesos en productos para su menstruación durante su vida reproductiva.
El pasado 5 de noviembre, la presidenta de la Mesa Directiva, Nora Merino, señaló que las mujeres deben destinar cantidades importantes de dinero para acudir al ginecólogo y comprar pastillas para evitar cólicos menstruales, pero en muchos casos los grupos vulnerables que no tienen recursos, no pueden acceder a ello. Por ello, es necesario que la autoridad inicie o refuerce la realización de campañas sobre la salud sexual y reproductiva, ambas cosas como parte de los trabajos para reconocer a la higiene menstrual como un derecho de las mujeres.
En entrevista con MILENIO Puebla, Vid Torres explicó que la copa menstrual tiene grandes beneficios para la mujer, pues además de estar hecha de silicón quirúrgico con una duración de hasta 10 años, este producto evita infecciones vaginales y hace que la mujer tenga mayor conocimiento de cómo es su cuerpo.
“La copa menstrual evita infecciones vaginales y lleva a la mujer a tener una exploración de su cuerpo, además que reduce el uso de las toallas y con ello ayuda al medio ambiente. Además, apoya a las mujeres a encontrarse y saber de qué están hechas”. Dijo que el costo de las copas van de los 120 pesos (de baja calidad en el material) hasta los 800 pesos, las cuales están certificadas por la FDA, misma que señala que esta no es pesada y se puede introducir a tu cuerpo sin ningún problema sin efectos secundarios.
Reconoció que hay mujeres que no saben qué es una copa menstrual y cómo funciona, por lo que prefieren utilizar toallas féminas en lugar de probar este producto:
“Muchas mujeres no conocen que es una copa menstrual, no se sienten preparadas al 100 por ciento, porque no hay información previa de qué es una copa”.
En este sentido, detalló que existen asociaciones feministas que apoyan a las féminas en información sobre la copa menstrual, es decir cuál copa necesita cada mujer, ya que es un producto que debe ser adquirido de acuerdo a las necesidades de cada una.
Dijo que en Tonantzin han comercializado desde hace tres años las copas menstruales; al mes llegan a vender hasta 15 copas y en algunas ocasiones solo cuatro, sin embargo, insistió que cada vez hay más interés pues primero preguntan, se informan e incluso ven videos del uso de la copa y después regresan a adquirir una copa. Cabe señalar que el uso de la copa menstrual también reduce los residuos de plástico y se estima que durante una década una copa crea el 0.4 por ciento de los residuos de plástico generados por los apósitos de un solo uso o el 6 por ciento de los producidos por el uso de tampones.
¿Cómo utilizar una copa menstrual?
Una vez lavadas las manos, se introduce limpia y plegada en la vagina, los músculos la sostienen y recupera su forma natural; sella al vacío y así retiene la sangre. Ya que las copas se pueden utilizar en cualquier momento del mes, es posible practicar la inserción y extracción para habituarse. Para retirarla, se tira del cabo y se presiona con los dedos la base para romper el vacío y así sacarla.
AFM