A principios de julio, José Luis comenzó con algunos síntomas como tos, resfriado y diarrea, no prestó mucha importancia esperando que con el paso de los días se recuperara; pero no fue así, comenzaron otros síntomas como la pérdida del olfato, el cambio de pigmentación en las yemas de los dedos, la falta de oxígeno y la dificultad para respirar.
El miedo se apoderó de él y de su familia, pensaron juntos en llevar la enfermedad en casa; pero su situación económica lo impedía, fue así que llegaron al Hospital General “Dr. Nicolas San Juan”, en Toluca, donde confirmaron su diagnóstico: covid-19.
Su ingreso fue inmediato, su familia sólo recibía informes a través de llamadas telefónicas y algunas videollamadas, así pasaron al menos 15 días; los médicos le aseguraron: su ingreso fue más que oportuno, unos días más y sus posibilidades de recuperación hubiesen sido mínimas.
- “Mi marido no tiene un trabajo fijo, hace algunos trabajos de herrería, de pintura, lo que vaya saliendo. Como no había trabajo se fue a buscarle a la Central de Abasto. A principios de julio fue cuando comenzó a sentirse mal, pero ya salió”, relata Gabriela, quien prácticamente se hizo cargo de la enfermedad, del cuidado de sus hijos y de conseguir el recurso para continuar con el tratamiento de José Luis.
Aunque en este hospital, perteneciente al Instituto de Salud del Estado de México, no se cubrió una cuenta hospitalaria como tal, su familia tuvo que adquirir medicamentos y otros insumos, para sobrellevar la enfermedad. De donde pudo, pidiendo prestado y sacando los pocos ahorros, comenzaron a enfrentar al virus que además de agresivo, poco a poco los iba dejando con una cuenta cada vez más larga.
Durante su estancia en este hospital público los gastos ascendieron a casi 30 mil pesos, pues tuvieron que adquirir medicamentos especializados, que además de ser difíciles de conseguir, tenían una variación de precios entre un día y otro.
“Nos pedían medicamentos, la verdad muy caros, primero para sus pulmones, porque cuando llegamos ya no podía respirar muy bien, compramos también material para que lo pudieran atender. Teníamos que andar de farmacia en farmacia consiguiéndola. Una cajita de medicamento nos duraba tres o cuatro días y en la siguiente compra costaba más caro”.
La buena noticia llegó, José Luis reaccionó favorablemente a los medicamentos y al tratamiento en general, su alta sanitaria estaba lista; aunque los gastos seguían creciendo, para poder salir del hospital requería, como requisito, un tanque portátil de oxígeno, con un costo de aproximadamente 7 mil pesos, sin posibilidad de renta, pues derivado de la demanda hay un déficit de equipos.
Para su atención en casa se tuvieron que adquirir otros materiales, como una máquina generadora de oxígeno, con un costo aproximado a los 12 mil pesos, aunque agradecieron que no requiriera un concentrador de oxígeno, pues en su ir y venir conocieron a otras familias que habían pagado hasta 30 mil pesos por uno.
“Veíamos a familias que como nosotros hacían cuentas, la recarga de oxígeno cuesta 750 pesos, para ocho o 12 horas, aparte hay que rentar el tanque, otros 2 mil o 3 mil pesos más y hay que andarlos buscando porque ya no hay. Nuestro caso no fue tan grave”.
Ya han pasado algunas semanas; pero José Luis aún no se recupera al cien por ciento, se encuentra débil, sin posibilidad alguna, al menos por unos meses, de apoyar en lo económico a su familia.
Ambulancias de 10 mil pesos
En el caso de los servicios privados, los costos incrementan considerablemente, tan sólo un traslado en ambulancia ronda los 10 mil pesos, mientras que el día de hospitalización, dependiendo el hospital o clínica privada, va de los 35 mil y hasta los 150 mil pesos, sin muchas posibilidades para el promedio de la población mexiquense, que tiene ingresos de entre dos y tres salarios mínimos.
Coronavirus.Estados con más casos.
El último reporte de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) señala que el Estado de México, la capital del país y Nuevo León concentran 57 por ciento de los casos de covid-19, atendidos a través de alguna aseguradora, con un costo promedio de aproximadamente 398 mil 991 pesos y con un costo máximo de 16 millones 464 mil pesos.
KVS