Ante el inicio de la fase 2 de propagación del coronavirus Covid-19 en México, en la que se prevé el aumento de contagios comunitarios, es importante incrementar las medidas de higiene y la prevención, más, si en casa hay una persona infectada por el SARS-CoV-2.
Susana López Charretón, investigadora adscrita al Instituto de Biotecnología de la UNAM, explicó que se puede reducir el impacto de la enfermedad implementando las medidas de higiene al máximo.
Advirtió que no se debe estigmatizar a las personas enfermas del nuevo coronavirus, pues, de acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Salud, en el 90 por ciento de los casos, el paciente puede seguir su tratamiento en casa sin requerir hospitalización.
"Es difícil contener el contagio, pero siguiendo las medidas de prevención sí podría ser más lento, por eso es muy importante seguir las medidas de contención de contacto social y de contención de enfermos, así la distribución de la enfermedad va a ser menos abrupta y podremos tener una distribución a lo largo del tiempo para dar tiempo de respuesta al sistema de salud, ante las distintas situaciones", dijo la también integrante de la Academia Mexicana de las Ciencias en un comunicado.
Si tienes un enfermo de Covid-19 en casa, éste debe estar aislado, pero sin estigmatizarlo.
El manual de Proceso de Prevención de infecciones para las personas con Covid-19 elaborado por la Secretaría de Salud establece que debe haber seguimiento y comunicación con algún profesional de la salud durante todo el tiempo que dure el cuidado en casa, hasta que el paciente se recupere por completo.
Aislar al paciente con coronavirus
La persona enferma debe aislarse en una habitación bien ventilada. Si no es posible que se aísle en un cuarto, los familiares deben mantener una distancia de al menos un metro de la persona enferma.
Cuidador debe tener buena salud
Limita el número de cuidadores del paciente. Idealmente, debes asignar a una persona con buena salud y sin condiciones de riesgo. Evita las visitas extra.
Limitar movimiento del paciente
Limita el movimiento de la persona enferma fuera del cuarto y minimiza el espacio compartido como la cocina o el baño, estas habitaciones también deben estar bien ventiladas.
Evitar contacto con secreciones y objetos personales del enfermo
Evita el contacto directo con líquidos corporales como secreciones respiratorias o de boca, materia fecal, orina u otros desechos generados por las personas enfermas.
También se recomienda evitar otras formas de posible exposición a objetos contaminados de la persona enferma como cepillo de dientes, cigarros, cubiertos, platos, toallas o ropa de cama.
Cómo desinfectar superficies
Desinfecta una vez al día las superficies que toque el enfermo, como mesas de noche, cabecera de la cama y otros muebles del dormitorio; además del baño y el inodoro.
Para desinfectar muy bien todas las áreas, debes usar una solución de cloro diluido, es decir, una parte de cloro doméstico o comercial por 99 partes de agua.
Cómo manejar la ropa del enfermo
Evita el contacto directo de la piel con la ropa del enfermo y colócala en una bolsa.
No agites la ropa sucia y lava la ropa de cama, toallas de baño y toallas de mano de la persona enferma con detergente regular y agua o con lavadora a 60 a 90°C.
Tirar pañuelos en botes con tapa
Si el paciente usa papel desechable para limpiar la nariz, éste se debe tirar en un bote de basura con tapa.
¡Cuida al enfermo y cuídate tú!
El virus no vuela, no tenemos que poner a una persona enferma en un lugar sin acceso a nada y nadie, simplemente mantener limpias las cosas que toca, lavar las superficies por donde está, no tener contacto físico, no abrazarlo, no besarlo, no tocarlo, por un rato, no estigmatizarlo, tenemos que atenderlo y cuidarlo, puntualizó la especialista.
"El uso de tapabocas en estos casos es necesario, sólo cuando la persona enferma convive con otras que lo están atendiendo, las personas que están sanas realmente no necesitan tapabocas, no los va a proteger de la infección y da una falsa sensación de protección, creemos que el tapabocas es un escudo que nos está protegiendo y nos hace olvidarnos de las otras medias, principalmente el de lavarnos las manos y evitar tocarnos la cara", destacó López Charretón en un comunicado de la Academia Mexicana de las Ciencias.