UNAM trabaja en vacuna mexicana contra Covid-19; prevén que esté en 2 años

Laura Palomares, investigadora del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos del Instituto de Biotecnología de la UNAM, desarrolla la vacuna, con la que México reanudaría la producción de sus propias vacunas.

Decenas de grupos de investigación en todo el mundo están en una carrera para desarrollar una vacuna contra el Covid-19. (Reuters)
Ciudad de México /

La UNAM trabaja en el desarrollo de una vacuna mexicana contra el virus del SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, la cual se estima que esté lista en dos años. Con esta investigación se reanudaría la producción de vacunas en México, pues éstas se importan desde la década de los 80.

Laura Palomares, investigadora del Departamento de Medicina Molecular y Bioprocesos del Instituto de Biotecnología de la UNAM encabeza el equipo de trabajo que desarrolla la vacuna y, aunque se prevé que esté en dos años, permitirá al país comenzar la producción de sus propias vacunas para enfrentar también otro tipo de enfermedades y no depender de la importación de estos insumos médicos o enfrentar la escasez de inmunizaciones como ocurrió tras la epidemia de influenza AH1N1.

“Nosotros en México no fabricamos ninguna vacuna y somos dependientes del exterior, ya llevamos varios años desmantelando la infraestructura que teníamos en el país que no permite atender la salud de los mexicanos y en mi opinión es un asunto de seguridad nacional, México debe ser capaz de tener sus propias vacunas para que podamos responder ante este tipo de enfermedades”, dijo Palomares Aguilera.

En entrevista con MILENIO, explicó que su laboratorio está trabajando la vacuna contra el nuevo coronavirus con base en investigaciones previamente realizadas para encontrar una vacuna contra los virus del zika y el dengue.


¿Cómo funcionaría esta vacuna?


Lo que están desarrollando es una plataforma para vacuna, para entenderlo a nivel molecular, hace una comparación con nuestra vida cotidiana, dice que los virus serían como un disco compacto y la plataforma de la vacuna el reproductor de discos.

“Lo que estamos haciendo ahora es cambiar el disco compacto para que ahora nuestro reproductor toque la música que corresponde al SARS-CoV-2, nuestro reproductor es un virus diferente que no causa ninguna enfermedad, las proteínas de este virus se autoensamblan y lo que sería la canción es una decoración que nosotros le ponemos a están proteínas del virus diferente para que se genere la inmunidad, la protección contra el coronavirus”, explicó.

Las estructuras de los virus son proteínas, nosotros producimos anticuerpos contra dichas proteínas, que nos permite destruirlo y no enfermarnos, “estas proteínas del virus adeno-asociado que usamos de plataforma no es patógeno y ese sería nuestro reproductor de CD’s”.


Vacuna, con un virus conocido


Ahora bien, la investigadora de la UNAM explicó que la plataforma de su vacuna es un virus adenoasodiado, que ya conocen y que es utilizado para la terapia genética, desde hace varios años, en colaboración con el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

“Tenemos un proyecto de terapia génica que consiste en remplazar un gen defectuoso en un paciente por un gen corregido, estamos aprovechando ese mismo virus que ya ha sido aprobado para uso en humanos para ahora aprovecharlo como una vacuna”, dijo.

Aunque dos años parece mucho tiempo ante la emergencia de la pandemia, el laboratorio de la investigadora Laura Palomares ya lleva varios años de ventaja.

“Ya tenemos perfectamente bien montada la purificación y la caracterización, son parte de los procesos que se requieren para llevar una vacuna al mercado que no tomamos en cuenta y es necesario tener para producir”, agregó.

Si bien, Estados Unidos y China ya han mostrado algunos avances con sus vacunas, el laboratorio de la UNAM todavía tendría que probar las vacunas in vitro en animales y realizar los ensayos clínicos en humanos, proceso que tomará meses para que después arranque la producción en coordinación con el laboratorio Liomont, adelantó.

“Somos un laboratorio de investigación, y para producir cualquier medicamento para uso humano se requieren condiciones de buenas prácticas de fabricación que no son compatibles con un entorno universitario en general. Entonces, la producción estamos pensando hacerla en colaboración con la industria farmacéutica que sí cuenta con las instalaciones del tipo y el nivel que se requieren para la producción de vacunas de uso humano, laboratorios Liomont, con ellos ya tenemos varios años trabajando”, refirió Laura Palomares.


En década de los 80, México dejó de producir vacunas


La investigadora señaló que quienes nacieron después de la década de los 80 fueron vacunados con inmunizaciones importadas, fecha en la que dejó de producirse la vacuna contra la polio, la única que llegó a fabricarse en México, por lo que hasta ahora todas las vacunas son importadas. De ahí que confía en que su desarrollo contribuirá a reiniciar la producción de vacunas en México.

“Si todo va bien, pensamos que en dos años podremos iniciar las primeras pruebas clínicas, va para largo, pero lo que buscamos es una plataforma para contender con cualquier otro virus que van a seguir apareciendo que pueda afectarnos en el futuro. En 2009, aquí en México surgió la pandemia de influenza AH1N1 y fuimos los últimos en tener la vacuna, obviamente un país que desarrolla la vacuna ve por su población primero y si le sobra probablemente llegue a México”, insistió.


  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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