Ella forma parte de un grupo de médicos que laboran en un hospital privado donde se brinda atención a pacientes contagiados de covid-19 y pide respeto, empatía hacia el personal de salud.
Advierte que puede haber más camas, pero no personal de salud que pueda atenderlos, ya que, algunos de sus amigos, compañeros ahora se han convertido en pacientes.
Tiene 35 años de edad y ocho de servicio, es médico general y forma parte del equipo de médicos conformado por un especialista, el médico general y enfermeros que atiende pacientes hospitalizados en el turno nocturno de covid-19. Trabaja además en otro centro de atención médica donde atienden a todo tipo de pacientes.
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Prefiere no compartir su nombre, pero forma parte de la Asociación Civil de alcance nacional Mamás Doctoras.
“La situación ya es muy crítica por que de los mismos compañeros, tanto de médicos como personal de enfermería se han estado contagiando, se han tenido que aislar. Es cierto que está saturado el servicio hospitalario privado, pero debe quedar más claro, las camas se pueden colocar, lo que ya no hay son médicos, esto tanto en hospitales públicos como en los privados” afirmó.
Los compañeros médicos que no están, no es por que se hayan bajado del barco, sino porque se encuentran contagiados, algunos superaron el covid, pero hay secuelas de agotamiento extremo que no les permite rendir lo mismo.
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Dijo que en este tiempo le ha tocado ver que pacientes han perdido sus fortunas, sus propiedades incluso porque han durado más del mes de hospitalización, ya que a pesar de superar al coronavirus, les quedan secuelas pulmonares que se subestiman, además de las neurológicas, en algunos, trastornos de ansiedad, insomnio, irritabilidad o depresión, en otros pérdida de movilidad por postración prolongada.
"Entre los muchos momentos difíciles que he vivido en esta pandemia tengo el recuerdo de lo que hace un mes me pasó con un compañero médico que estuvo muy grave por covid-19 en el área donde me encuentro. Se convirtió en un paciente a quien por su condición de gravedad, se le tenía que intubar, le informo y él llorando pidió al equipo que le diéramos una oportunidad para que su cuerpo reaccionara, sin embargo, al no mejorar, el procedimiento se le hizo. Afortunadamente salió del cuadro crítico, sin embargo, las secuelas como bajo peso, debilidad le quedaron, pero ya se encuentra recuperándose en su casa”, afirmó.
Menciona que es terrible para los pacientes estar en un área como esta, no por las condiciones del hospital que son buenas, sino porque el equipo de protección no permite siquiera ver la cara de de quienes los atienden, no se le puede reconfortar al paciente con una sonrisa y se trata en la medida de lo posible que los ojos hablen.
Los médicos dijo no son ajenos al dolor, es difícil, las palabras no son suficientes cuando se trata de reconfortar a los familiares de los pacientes graves o aquellos que fallecieron por covid-19 y en general por cualquier otra enfermedad.
Los pacientes que se atienden principalmente en el centro hospitalario es entre los 50 y 70 años, no pueden ver a sus familiares, pero se les permite videollamada cuando están conscientes.
"¿Cuesta tanto usar el tapabocas?, ¿qué pierden cuando dejan de asistir a un evento multitudinario? ¿qué les pasa si se usa el gel constantemente o si se cumplen con los protocolos?", menciona y pide empatía no solo a los médicos, sino a sus propias familias.
Pidió respeto al personal de salud, por que de seguir así llegará un momento en el que no habrá médicos quienes atiendan a estos paciente.
EGO