De la mano de sus padres, Renata Morales Macías, adolescente de 15 años de edad con síndrome de down camina hacia el acceso principal del nuevo Hospital General de Gómez Palacio luego de recibir la vacuna contra el covid-19 este martes 19 de octubre, ya va de regreso a su casa después de una hora que aproximadamente le tomó desde la aplicación hasta la espera de la revisión rutinaria para asegurarse de que no hubiera ninguna reacción adversa al biológico.
Aunque en ese momento la atención fue rápida, a Fernando Soto y Patricia Macías, les tomó un trayecto largo y sinuoso para lograr vacunar a su hija contra el covid-19.
En México desde junio pasado, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) aprobó la aplicación de la vacuna anticovid de la farmacéutica Pfizer-BioNTech para menores de 12 a 17 años de edad.
A partir de ese momento, la familia Morales, vio la oportunidad para que sus dos hijas Renta de 15 y Abigail de 13 años de edad, fueran inmunizadas contra el SARS-CoV-2 responsable de la enfermedad covid-19, la principal preocupación era por la hija mayor, ya que al pertenecer a un sector vulnerable, desconocían las reacciones que podría tener en caso de ser positivo al coronavirus, sin embargo, pedían que ambas fueran inoculadas, puesto que ya había una autoridad que lo aprobaba.
El matrimonio acordó llevar a sus hijas en la primera oportunidad que hubiera, en alguna de las jornadas de vacunación que se pusieron en marcha conforme al Plan Nacional de Vacunación, siempre y cuando el biológico fuera Pfizer-BioNTech.
Fernando Morales señala que en una ocasión acudió al módulo habilitado en la Expo Feria de Gómez Palacio para la vacunación a mayores de 18 años, y fue rechazado, entonces emprendió un pleito legal.
Para el Médico Veterinario Zootecnista (MVZ), no hubo otra alternativa para obligar a las autoridades de salud a vacunar a sus hijas, que iniciar un proceso legal bajo el argumento principal sobre los derechos de los niños a la salud, pero sobre todo a la vida.
Fue en agosto del año en curso cuando a través del abogado Roberto Hernández Pérez interpusieron un amparo ante el 4° y 7° Juzgado de Distrito, los cuales posteriormente ganaron.
Después de obtener la resolución a favor de un juez federal, acudieron nuevamente a otra jornada de vacunación a la Facultad de Ciencias de la Salud (FACSA) de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) en donde también fueron rechazados debido a que aún o era el rango de edad para menores, sin embargo, la presión del matrimonio no cesó.
La lucha legal de la familia Morales Macías, también fortaleció a otros padres a nivel nacional, quienes a través de esta presión de los amparos, lograron avanzar en la agilización para el proceso de vacunación en los menores, y aunque en esta el momento solamente está dirigido a menores con comorbilidad y embarazadas con 9 semanas de gestación, no duda que esta exigencia para las autoridades de Salud, pueda próximamente trascender y abrir nuevas fechas para el otro sector de la población de niños y adolescentes que están en la espera de ser inmunizados contra el coronavirus.
Para Fernando y Patricia, este proceso aún no ha terminado, pues falta la hija menor, Abigail de 13 años y aunque está amparada por un juez federal, han decidido esperar a que se programen nuevas fechas, sin embargo, esperan que estén próximas.
“Tenemos que decir que nos encontramos felices porque todo el trabajo que hicimos en conjunto con otros padres en el país que se ampararon pudimos lograr que ahora tuviéramos la vacunación en los niños, tengo que reconocer que nos han tratado bien, están muy pendiente de ellas tanto SEDENA como la Secretaría de Salud ahorita están muy ocupados en ver que estén bien que no tengan ningún problema para su vacunación”.
Por lo pronto para Renta Morales Macías, adolescente de 15 años de edad, con síndrome de down, la espera de ser vacunada contra el coronavirus ha terminado, y con ello, la tranquilidad de sus padres se recupera, sin embargo no será total hasta lograr la inmunización de su hija menor.
EGO