Debido al poder antimicrobiano de la jamaica, y luego de que estudios recientes reportaran un efecto de esa flor en contra de la la influenza AH1N1, investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), desarrollaron varios modelos de cubrebocas con filtros elaborados con extractos del cáliz de la jamaica y el mineral zeolita, que en combinación son capaces de retener hasta en 98 por ciento las partículas, un filtrado superior al de las mascarillas N95.
“Nosotros tenemos más de 15 años trabajando con jamaica, y tiene un efecto antimicrobiano importante, de hecho tenemos siete patentes otorgadas de desinfectantes para bacterias a base de jamaica y nos acaban de otorgar otras dos en Estados Unidos, con toda esa experiencia quisimos incluir la jamaica en el cubrebocas, como un antibacterial”, dijo Javier Castro Rosas, investigador del Área Académica de Química del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería de la UAEH.
En entrevista con MILENIO, el doctor en ciencias de los alimentos con especialidad en inocuidad alimentaria explicó que el cáliz de la jamaica es el que usamos para hacer agua fresca, aunque suele pensarse que es la flor, en realidad se trata de la estructura que sostiene los pétalos. De tal forma, dijo que el cáliz de la jamaica tiene al menos seis sustancias distintas con capacidad de eliminar bacterias patógenas.
“Nosotros conocemos ya al menos 6 sustancias distintas, una es un ácido que le da el aroma característico de la jamaica y le han denominado ácido hibiscus, ese compuesto ya se ha reportado desde los ‘70 que estaba en la jamaica, pero no se sabía que tenía efecto contra bacterias, nosotros lo descubrimos hace un par de años, y patentamos su uso”, indicó.
El doctor Javier Castro Rosas, junto con sus colegas Esmeralda Rangel y Edgar Chávez decidieron crear un cubrebocas que le diera mayor protección a la población que los cubrebocas de tela y a un bajo costo en comparación con las mascarillas N95 que usa el personal médico.
De tal forma, diseñaron cubrebocas desechables destinados para la población en general que tendrían un costo de 20 a 25 pesos. Además, diseñaron cubrebocas lavables de tela con filtros desechables. Cada cubreboca de tela costaría 50 pesos, más 10 pesos de cada filtro que dura una semana; costos que podrían bajar si la producción en serie es alta, indicó el investigador.
“No solo le estamos poniendo jamaica, es una mezcla con otros compuestos como el vinagre y estamos aprovechando las propiedades fisicoquímicas del material que estamos usando como filtro, es de celulosa como las hojas de papel; entonces al mezclar este material con nuestra formulación se forma más rígido, pero es resistente y además provoca que se retengan las partículas”, indicó el experto.
Para demostrar el efecto antimicrobiano de sus filtros contra diferentes bacterias patógenas, realizaron pruebas con un sistema diseñado con base en la normativa de la Secretaría del Trabajo para respiradores y purificadores de aire.
“La evaluación mostró que el material filtrante seleccionado de celulosa, tiene una capacidad de retención del paso de partículas de 300 nanómetros de alrededor de 92 por ciento, permitiendo solo el paso de alrededor del 8% de partículas con respecto a cuando no hay filtro y en comparación con las mascarillas N95. El resultado obtenido con las hojas de celulosa puede considerarse alto en comparación con las mascarillas N95 las cuales son fabricadas con materiales de alta tecnología y contiene 3 capas de materiales diferentes”, reportó el equipo de investigación.
Además, diseñaron mascarillas para trabajadores de la salud que están en áreas covid-19, por lo que usaron zeolita, un material filtrante. En las pruebas realizadas, evaluaron la capacidad de retención de la zeolita con jamaica en comparación con las mascarillas actualmente autorizadas para uso médico, producidas por la empresa 3M, denominadas N95. Los resultados que obtuvieron mostraron que la zeolita con jamaica impide el paso de más partículas que la mascarilla N95 en un 98 por ciento.
“Estamos trabajando con mascarillas de plástico que llevan un filtro, destinadas para el personal de salud que está teniendo el contacto con las personas enfermas de coronavirus, y que hemos encontrado que tiene mayor retención que las mascarillas N95, éstas pueden llegar a tener un 98 por ciento de retención, es diferente de plástico, un filtro que tiene una especie de arena, zeolita, es una arena absorbente y también tiene jamaica”.
Ya que demostraron la capacidad de filtración de su combinación de zeolita con jamaica, y la capacidad antimicrobiana, el equipo de investigadores ahora quiere evaluar la capacidad de obstaculizar el paso de virus, que en el caso del SARS CoV-2 mide 200 nanómetros.
“Nosotros no hemos trabajado con virus, pero hay investigadores de otras partes del mundo que han encontrado que la jamaica tiene efecto antiviral, lo han probado contra el virus de la hepatitis A, el virus del sarampión, contra diferentes tipos de virus del herpes humano, incluso recientemente en abril de este año, un grupo de investigadores encontró que tiene efecto contra el virus de la influenza AH1N1”, detalló.
Los investigadores presentaron su proyecto en una convocatoria que abrió el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, para obtener el financiamiento para seguir avanzando con los estudios y comenzar la producción en serie de los cubrebocas.
“La jamaica estando ahí en el filtro, tiene efecto contra bacterias, a nosotros nos falta ahora demostrar que tiene efecto contra virus”, apuntó Javier Castro.
En tanto esperan los recursos para continuar con los estudios de filtrado de virus, Javier Castro Rosas dijo que la universidad podría transferir este desarrollo tecnológico a las pequeñas empresas interesadas en producir estos cubrebocas con extracto de jamaica, mediante un convenio.
ledz