En Puebla, uno de cada diez adultos tiene alguna enfermedad renal crónica y se estima que en el mundo poco más de 8.5 millones de personas padecen algún grado de enfermedad renal. Entre diálisis y trasplantes, se consumen entre el 2 y 3 por ciento del presupuesto que se utiliza para la atención de la salud.
Así lo dio a conocer la doctora Juana Morales Monterrosas, nefróloga del Hospital de Especialidades 5 de Mayo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), quien apuntó que la mitad o tres cuartas partes de las enfermedades renales se presentan en la vida adulta derivado de padecer diabetes e hipertensión.
Pero advirtió que este padecimiento puede presentarse en un futuro a una menor edad, por la alta prevalencia que registra el país de obesidad infantil.
“Desde edad temprana se empieza a tener obesidad y esto representa un factor de riesgo para una enfermedad renal. Vamos a tener adultos jóvenes, digamos 30 años, que pueden tener una enfermedad renal”.
Apuntó que la obesidad infantil está predisponiendo a padecer una diabetes a una edad más temprana, “y a veces tipo dos, que es la que afecta al adulto. Antes era diabetes tipo uno y ahora tenemos a niños entre los 12 a 14 años con diabetes tipo dos, todo eso porque desde pequeñitos están con obesidad y con una hábitos de alimentación inadecuados”.
Desde el 2006, la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF) instauraron que el segundo jueves de marzo se celebre el Día Mundial del Riñón para la prevención, detección y tratamiento de la enfermedad renal crónica. Este año el slogan de la conmemoración, que se efectuará el 12 de marzo, es “Salud renal para todos, en todos los lugares”.
Dijo que este es uno de los problemas más graves de salud que se está viviendo en todos los países por lo que se hace necesaria su detección, principalmente porque es una enfermedad asintomática, “en la que los pacientes se dan cuenta cuando ya tienen que tener un cuidado de diario”.
Anotó que las personas con mayor riesgo son los diabéticos e hipertensos, que son las causas número uno de enfermedad renal, pero también las enfermedades modulares, infecciones y procesos obstructivos son factores que pueden desarrollar este padecimiento.
La especialista comentó que para tener una idea precisa de la función de los riñones, es suficiente con realizar una medición de sangre con determinación de urea y creatinina, así como la aplicación de un examen general de orina, con lo que sabremos la capacidad que tienen nuestros riñones. “Exámenes de fácil acceso y bajo precio”.
Señaló que este análisis debe practicarse por lo menos una vez al año, especialmente si tenemos factores de riesgo como hipertensión, diabetes, sobrepeso, obesidad o alguna enfermedad como cálculos en los riñones o una enfermedad hereditaria. “O cada seis meses, si tenemos esas patologías”.
Resaltó que existen ocho reglas de oro para la prevención, que son tomar suficiente agua, consumir poca sal, mantener nuestro peso, evitar el sobrepeso y la obesidad, controlar nuestra presión si somos hipertensos, controlar nuestra glucosa si somos diabéticos, actividad física y evitar el tabaco.
Mencionó que un tratamiento es costoso, especialmente para aquellas personas que no están adscritas a una seguridad social. “Una sesión de hemodiálisis tiene un costo promedio de mil 200 a mil 500 pesos y si un paciente requiere por lo menos dos sesiones por semana, estamos hablando de ocho al mes, serían unos 10 mil pesos de solo terapia de sustitución sin contar los medicamentos que se tienen que administrar para la presión, si es diabético, de algunas otras cosas. Si hacemos un recuento de gastos sobrepasan los 10 mil pesos”.
Lamentó que nuestra cultura de salud sea mala, por lo que sugirió reforzarla y destinar recursos para ello, “porque muchas personas solo acuden al médico cuando se siente enfermos nunca acuden para hacer prevención”.
Aseveró que un estudio tiene un costo promedio de mil pesos y permite observar otros órganos, lo que no se compara con el gran gasto que representa administrar un tratamiento.
Advirtió que solo el trasplante puede mejorar la calidad de vida de un paciente porque las diálisis son terapias que ayudan mucho pero que la sobrevida no va a ser mayor a los 15 años, “y eso, siempre y cuando tenga una calidad de vida muy buena”.
Aclaró que todos estamos expuestos a una enfermedad renal por los hábitos de vida y no por un factor de predisposición.
Finalmente, estimó que actualmente es poco el porcentaje de diferencia entre hombres y mujeres con estos problemas de salud porque actualmente las damas también fuman e ingieren bebidas alcohólicas cuando antes era un poco más restringido.
mpl