Vapores y gases son más dañinos que partículas, señala especialista

Homero Nañez, jefe de medicina interna del HU, indicó que es más dañino para el organismo el dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, monóxido de carbono y amoníaco, que los polvos.

Homero Nañez, jefe de medicina interna del Hospital Universitario. Foto: Especial
César Cubero
Monterrey /

Las consecuencias en la salud por una mala calidad del aire van desde las enfermedades más frecuentes como la conjuntivitis, la renitis, bronquitis, broncoespasmo, o agudización de cuadros respiratortios en personas asmáticas o con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Incluso hasta implicaciones mayores, al grado que puede producir la muerte a través de la generación de una neoplasia, que puede ser un tumor maligno, es decir, cáncer, indicó Homero Nañez Terreros, jefe de medicina interna del Hospital Universitario (HU).

"Está demostrado que un contaminante del medio ambiente como es el dióxido de nitrógeno genera cáncer de pulmón, y esta es la enfermedad número uno en mortalidad en el mundo", mencionó el especialista en neumología y medicina crítica en entrevista exclusiva para Milenio Monterrey.

El cual, destacó, entre otros aspectos, que es más dañino para el organismo los vapores y los gases, que las partículas PM10 y PM 2.5 que están suspendidas en el aire y que provocan las irritaciones de la mucosa de los ojos, la nariz y las vías respiratorias.

Dado que al ser menores a diez micras, es decir, diez milésimas de milímetro, entran directamente al cuerpo, en tanto que las mayores a ese tamaño son detenidas por el mismo organismo.

"Siempre estamos enfocados a lo que es el componente particulado, las partículas PM10 y PM2.5, pero tenemos la otra parte que es más grave todavía, que son todos estos vapores, todos estos gases, como sería el dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, monóxido de carbono, amoníaco, ozono, vapores de plomo, y todo eso lesiona al organismo.

"Son dañinos los polvos, pero más grave los vapores y los gases, porque son los cancerígenos", destacó.

Y lo más grave, explicó, es que mucho de esos químicos se queda depositado en el cuerpo y mientras más se tenga integrado al organismo, a la larga es más serio el problema.

Además, agregó, hay trastornos neurológicos descritos en niños en las ciudades industrializadas por respirar estos vapores y gases.


Por otra parte, indicó, la mala calidad del aire también sirve como medio para que aparezcan otras complicaciones, por ejemplo, dijo, cuando las mucosas están generando, a consecuencia de la irritación, exceso de producción de mucosidad, que es rica en proteína y glucosa, se vuelve un medio de cultivo para que bacterias que en teoría están controladas, crezcan y se generen enfermedades más serias.

De acuerdo con el especialista, en el año tienen, en lo referente a consultas de las vías respiratorias, "un incremento significativo de un 20 a 30 por ciento".

En tanto que sobre el uso del cubrebocas, coincidió con el secretario de Salud, Manuel de la O Cavazos, en el sentido de que dada la porosidad que tienen no evitan que las partículas menores a diez micras entren al organismo.

A decir del jefe de medicina interna del HU, de manera muy conservadora se puede decir que bajando la mala calidad del aire se pueden prevenir más de 2 mil muertes al año, en conjunto, en Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México.

"La Organización Mundial de la Salud señaló que si se reduce la cantidad de vapores, gases y partículas a menos de 10 micras por metro cúbico, 10 microgramos por metro cúbico ya en peso en total, puedes prevenir la muerte de más de 2 mil personas en las ciudad de Monterrey, Guadalajara y México.

"Y son cifras muy conservadoras, lo más probable que lo que logres prevenir sea mucho mayor con una buena calidad del aire", precisó.

Para ello, subrayó, se necesita un trabajo de todos, no solo del gobierno, o de la industria, de la academia, sino de la sociedad en general, la cual debe estar más y mejor informada sobre la calidad del aire que está respirando.

Por último, recomendó a la población en general no realizar ejercicio en áreas públicas, avenidas o carreteras, y a los ciclistas evitar hacer sus recorridos de varios kilómetros sobre la carretera Nacional, pues "no tienen idea de lo que le están haciendo a su organismo".

"Normalmente estamos respirando 8 litros de aire por minuto, qué pasa si corremos, en vez de meter ocho litros metes 20 a 24 en un minuto, entonces triplicas la cantidad de tóxicos que introduces a tu cuerpo, entonces es mejor no hacer ejercicio en un lugar con mala calidad del aire, hay que tener mucho cuidado con eso", destacó.

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