Un estudio realizado por científicos de la Universidad del Sur de California (USC) y publicado en Nature, confirmó que el núcleo interno de la Tierra está desacelerando y retrocediendo en relación con la superficie del planeta.
La desaceleración del núcleo interno se atribuye a la agitación del núcleo externo líquido que lo rodea, generando un campo magnético terrestre, así como las fuerzas gravitacionales de las regiones densas del manto rocoso suprayacente.
La evidencia proporcionada por el estudio indica que el núcleo interno comenzó a disminuir su velocidad alrededor de 2010, moviéndose más lento que la superficie terrestre por primera vez en casi 40 años.
El núcleo interno es una esfera sólida de hierro y níquel de un tamaño similar a la Luna. Se encuentra a más de 4.800 km bajo nuestros pies y debido a su inaccesibilidad, los científicos deben utilizar las ondas sísmicas para estudiar su movimiento.
¿Cómo afecta la desaceleración del núcleo interno en la Tierra?
De acuerdo con la investigación, los efectos de este fenómeno en la superficie terrestre son mínimos. Los expertos sugieren que el cambio puede alterar la duración del día en fracciones de segundo, un efecto casi imperceptible debido a la influencia de los océanos y la atmósfera.
El estudio de este fenómeno continuará con el seguimiento de la trayectoria del núcleo interno para comprender el cambio y cómo estos pueden afectar al planeta Tierra a largo plazo.
Esta investigación nos recuerda que las partes más profundas de nuestro planeta están en constante movimiento y evolución. Aunque los efectos inmediatos en la superficie no son notorios, comprender estos procesos es crucial para entender el funcionamiento de la Tierra.
Hasta el momento, el estudio genera un debate sobre el movimiento del núcleo interno, proporcionando la evidencia más convincente hasta la fecha sobre el comportamiento interno de la Tierra.
Los resultados muestran que el núcleo interno de la Tierra experimentó una superrotación gradual de 2003 a 2008, seguida de una sub-rotación más lenta de 2008 a 2023. Este patrón de avance y retroceso sugiere una dinámica compleja entre el núcleo interno, el núcleo externo líquido y el manto.