Felicidad a través de la naturaleza

Barbara Fredrickson afirma que el asombro se relaciona con la inspiración cuando nos sentimos sobrecogidos por lo grandioso.

La naturaleza es uno de los elementos más importantes que pueden sumar a nuestro bienestar. FOTO: Rosalinda Ballesteros
México /

Tengo la afición de fotografíar flores. Me hace feliz atrapar la efímera belleza de esos seres de caprichosas formas y colores que nos regala la naturaleza.

Es un instante de concentración y trabajo que me tomo cuando paso por un jardín o viajo al campo y descubro de forma casual su brillante hermosura.

Tomo la foto, corrijo el ángulo en busca de mejor luz, repito el tiro y experimento asombro y satisfacción que comparto con quien me acompaña.

Más tarde, puede ser ese día, semanas después —incluso pueden pasar años— revivo esa obra de la naturaleza al contemplar la fotografía a solas, al compartirla en redes o disfrutarla con mi familia o amigos. Es un tenue reflejo de lo que realmente fue, pero igual me vuelve a impresionar.

La investigadora Barbara Fredrickson, de la Universidad de Carolina del Norte, afirma que el asombro se relaciona con la inspiración y explica que sentimos esta emoción cuando nos topamos con “lo bueno a gran escala”, cuando nos sentimos sobrecogidos por lo grandioso.

Mi afición a la fotografía es una actividad relativamente sencilla, no soy fotógrafa, no tengo muchos conocimientos técnicos y tampoco uso una cámara profesional, lo hago con mi celular. No me la complico, pero es algo que me hace muy feliz.

La doctora Holli-Anne Passmore, quien ha hecho muchos estudios sobre el tema con habitantes de China, Canadá y Estados Unidos, nos hace ver que la naturaleza es uno de los elementos más importantes que pueden sumar a nuestro bienestar.

Contemplarla y apreciarla nos hace sentir mejor, si bien finitos, pues nos recuerda que habremos de perecer, también infinitos: nuestros restos se reintegrarán de otra forma a ella.

Pero algo mucho más importante: evita que se nos olvide que somos parte de ella.

Antes que nada somos naturaleza, es una identidad que compartimos no sólo con otros seres humanos, sino con otros seres y elementos.

Nos brinda un sentimiento de trascendencia pues, como parte de ella, prevaleceremos en el tiempo, así el mundo se acabe.

Son sensaciones que nos hacen sentir libertad, felicidad, bienestar, significado, emociones que nos dan paz y plenitud.

No es casual que después de tantos siglos, la cultura occidental ha (hemos) volteado a mirar a las culturas indígenas, tan conectadas con la naturaleza. Lo vamos comprendiendo.

Holli-Anne nos propone contemplarla, así de manera sencilla como de alguna manera yo lo hago.

Al vivir la mayoría de nosotros en lugares urbanos, nos cuesta mantener el contacto con la naturaleza. Aunque en realidad, muchas veces nos falta poner atención.

Yo, sin saber que abonaba a mi bienestar, me dediqué a la contemplación de las flores, pero si volteas a tu alrededor debe haber algo que te ayude a recordar que formas parte de ella: una planta en el pasillo, en tu escritorio; una mascota, el cielo que se asoma por la ventaja, sus nubes o un pájaro que lo cruza con violencia y gracia.

Es posible que no halles estos seres en nuestro ambiente de cemento, ladrillos, máquinas y dispositivos electrónicos. Tienes la opción de usar una foto de lo que más te gusta: una montaña, el campo, el mar, un animal, un ave, peces o reptiles, las estrellas y galaxias o, como yo, una flor.

Puede estar impreso en un marco sobre tu lugar de trabajo, en un cuadro en la pared o en tu computadora o teléfono. Hay muchos videos y fotos en redes sociales y sitios de internet que te transmiten música con paisajes hermosos por horas.

Dedícale unos minutos a contemplar el prodigio que representan esos seres que nos acompañan en este viaje por el universo.

Siempre hay cosas maravillosas qué ver, fenómenos únicos, como las auroras australes que se ven al sur del planeta.

Tener contacto con la naturaleza te ayudará a bajar el estrés, a sentir paz, a recobrar la energía, a conquistar tu bienestar y sentirte más feliz.

MGR​

  • Rosalinda Ballesteros
  • Directora del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral de Tecmilenio

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