La higiene, la cocción de alimentos y el consumo de agua de calidad es clave para prevenir la hepatitis infantil aguda, enfermedad que ha comenzado a presentar contagios en los menores mexicanos y en otros países, como Estados Unidos.
Víctor Manuel Caballero Solano, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), destacó que la hepatitis aguda grave que afecta a menores de edad, en muchos casos es precedida por síntomas como dolor abdominal, diarrea y vómito.
- Te recomendamos Llegan vacunas contra covid-19 para adolescentes de la mixteca poblana Ciencia y Salud
“La hepatitis del tipo de virus A es muy propia de la infancia. Hay otros tipos, pero la hepatitis de la que estamos hablando es de la A y no deja secuela. La única diferencia con la nueva es que no se ha identificado el virus, porque no es de los cinco que conocemos, de los que tipificamos como A, B, C, D y E. Ninguno de estos virus se ha identificado. Parece que es otro virus. Es otra variedad de virus, por eso la peculiaridad y la firma en que se presenta súbitamente”, apuntó.
La hepatitis es una inflamación del hígado, problema que puede ser de causado por un virus o por una enfermedad tóxica, derivada de ciertas sustancias, que se manifiesta, por coloración amarillenta de la piel.
“La mayor cantidad de casos de hepatitis y quiero decirlo así, es una enfermedad con la que vivimos habitualmente, siempre hay miles de casos en México. Somos más perceptibles que antes. La hepatitis siempre se ha presentado en nuestro país. No de esta forma en particular, pero siempre ha habido. Generalmente, se autolimita, qué significa, se cura sola, pasa el tiempo, hay reposo, buena alimentación y se cura sola. es una enfermedad muy propia de la infancia”, explicó.
El especialista recomendó llevar a los niños al pediatra si existen manifestaciones como vómito y diarrea, así como la ictericia, es decir, el color amarillento en piel y ojos; además de un tono más oscuro en la orina y más claro en las heces fecales.
“El calor es un mecanismo que estimula el crecimiento de microbios en los alimentos. Los alimentos que mantenemos calientitos y cuando no están bien refrigerados, proliferan los microbios. Cuidemos bien esta parte, veamos que, si no tenemos en casa un refrigerador, es importante mantenerlos en un lugar fresco. Es fundamental no conservar alimentos si no tenemos un refrigerador”, apuntó.
Señaló que entre las medidas que se deben seguir para evitar contagios de hepatitis se encuentran: lavado frecuente de manos antes de preparar alimentos, así como después de ir al baño; cubrir nariz y boca al estornudar y toser; no compartir alimentos, bebidas y cubiertos; limpiar y desinfectar juguetes y objetos que las y los menores se lleven a la boca; y consumir agua potable.
El investigador destacó que existe la posibilidad de que se presenten en Puebla casos de hepatitis aguda severa de etiología desconocida; sin embargo, serán las autoridades de salud las que den a conocer la información.
La Organización Mundial de la Salud dio a conocer el primer reporte el 5 de abril pasado, cuando se destacó que en Escocia se registraron 10 casos de hepatitis aguda severa de etiología desconocida, en niños de 11 meses a cinco años, previamente sanos. El 8 de abril fueron 74 casos en Reino Unido, además de otros tres en España. De los menores identificados en Europa, seis recibieron trasplante hepático.
AFM