Este 15 de noviembre, los amantes de la astronomía podrán apreciar la Luna llena de noviembre mejor conocida como Luna de Castor desde México. A continuación, te recomendamos una lista de lugares puedes visitar para la observación del evento natural y el mejor horario.
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La mejor hora para ver la Luna de Castor
De acuerdo con el Anuario Astronómico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el mejor horario para ver la Luna Llena de noviembre es a las 2:43 horas, es decir, durante la madrugada del 15 de noviembre.
Lugares para ver la última superluna del año
La Luna Llena se podrá apreciar a simple vista desde cualquier lugar de México. Basta con revisar las condiciones climáticas y escoger un espacio con cielo despejado para ver el plenilunio que indica la presencia del invierno.
Para este evento astronómico no se requiere de visores ni telescopios para obtener una buena vista de la Luna. No obstante, nuestro país ofrece una variedad de espacios para la apreciación de este tipo de fenómenos que además nos conecta con la naturaleza, tal es el caso de bosques, desiertos, playas y otros tipos de reservas naturales.
Esta es la lista de lugares puedes visitar con anticipación:
- Parque Nacional San Pedro Mártir, Baja California.
- El desierto de Wirikuta.
- El Salto, en el estado de Durango.
- Sebastián del Oeste en Jalisco.
- Xochicalco, en Morelos.
- El Parque Nacional El Chico, en el estado de Hidalgo.
- El Parque Nacional Pico de Orizaba, en Puebla.
- Área Natural protegida de Yum-Balam en Holbox.
¿Por qué la Luna de Castor es importante?
El particular nombre de la Luna Llena de noviembre se debe a la antigua costumbre de los pueblos nativos de Estados Unidos de relacionar o referenciar algunas estaciones, cambios en la temperatura o comportamiento de la flora y fauna del lugar.
En este caso, la Luna Llena de noviembre coincidía con la hibernación de los castores, una especie de roedores semiacuáticos nativos de América del Norte que se caracterizan por sus amplias y escamosas colas.
Durante estos días, los animales suelen construir sus refugios y buscar su alimentos para pasar las extremas temperaturas a salvo. Simultáneamente, los humanos colocaban trampas para atrapar a estos animales al ser la época del año en que se lograban su mayor tamaño.