Derivado del aumento de trastornos psíquicos que la pandemia ha generado, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla implementó desde junio del año pasado, un programa de apoyo para trabajadores y derechohabientes que han cursado con problemas psicológicos secundarios o por haber padecido covid-19.
Se incorporaron a este programa 19 especialistas, aparte del personal de base que conforma la plantilla de Psicología que se encuentran en las Unidades de Medicina Familiar (UMF) y en las unidades hospitalarias.
Angélica María López Baqueiro, coordinadora auxiliar de los Servicios de Prevención y Promoción a la Salud para los trabajadores del IMSS, informó que ansiedad, trastorno depresivo desde leve, moderado hasta severo, estrés agudo, postraumático y síndrome de fatiga laboral, son los problemas más frecuentes que han atendido.
Indicó que “obviamente el servicio se incrementó”, pero explicó que con la llegada de estos 19 psicólogos tienen una cartera más amplia de servicios. “Muchísimo más amplia”.
Expresó que en un inicio el programa solo estaba dirigido a trabajadores que se encuentran en la primera línea de atención a pacientes con covid-19; sin embargo, por las secuelas de esta enfermedad, se extendió a los derechohabientes con el fin de reincorporarlos a su vida diaria.
“Muchos pacientes quedan con un estrés postraumático por haber estado en una terapia intensiva, por haber estado en este proceso de recuperación por covid”.
Marcó que al 1 de febrero habían otorgado 5 mil 26 terapias grupales, en donde se suman atenciones a un total de 10 mil 251 trabajadores.
“Detectamos o se han detectado mil seis trabajadores con ansiedad, 560 con un trastorno depresivo desde leve, moderado hasta severo; también con estrés aguda, por lo que han sido derivados al apoyo psiquiátrico también”.
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Añadió que en reuniones grupales detectaron a personal de salud que cursaron o cursan con fatiga laboral.
En el caso de los derechohabientes dijo que los diagnósticos más comunes por los que se presentan son, por estrés postraumático por su estancia en la terapia intensiva y en áreas de recuperación.
La especialista anotó que los servicios están disponibles para quienes se encuentran viviendo momentos complicados y de difícil de manejo emocional.
Por otra parte, la Institución también proporciona atención profesional tanatológica a través de terapias que le permitan a los derechohabientes y al personal la aceptación de la realidad y recuperar su calidad de vida
María del Rosario Martínez Sosa, psicóloga clínica de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), Centro Médico Nacional Manuel Ávila Camacho, Hospital de Especialidades “San José”, informó que “se han incrementado los casos de ansiedad, de depresión. Algunos de ellos presentan síntomas como pérdida del apetito, del sueño. Cuestiones que a veces les impiden funcionar en la vida cotidiana se tienen que atender. Es importante cuidar la salud mental en estos momentos”.
Expresó que la tanatología ocupa un papel importante en la población en general, ya que en su día a día atraviesa por etapas de pérdidas humanas o económicas, o viven situaciones sociales inciertas; “y de cierto modo de su libertad por el confinamiento debido a la emergencia sanitaria, que les altera”.
Añadió que una pérdida no sólo implica el fallecimiento de un familiar o persona cercana, “también hay otro tipo de pérdidas tales como ese poder de decisión que ha marcado a la sociedad, el no salir de casa por protección y si lo hace es acompañado de un cubreboca, careta, gel antibacterial y ‘sanitizante’”.
Explicó que aquellos pacientes que son canalizados a los médicos tratantes, como rehabilitación pulmonar, fisiatría, médicos familiares, entre otros, se les proporcionan las consultas de tanatología a través de una interconsulta para el servicio de psicología.
Detalló que atienden a pacientes que atravesaron por la enfermedad que genera el virus SARS-CoV-2, así como a los familiares que han perdido a un ser querido a causa de la emergencia sanitaria.
De igual forma, a aquellos que presentan problemas de ansiedad, depresión, como principal causa, y todo lo relacionado a la salud mental y emocional.
Refirió que han encontrado que en el caso de los pacientes postcovid-19 o con familiares que tienen la enfermedad, que predomina un duelo no procesado.
Reveló que esto es un reflejo de la impotencia de no poder ver a su familiar hospitalizado para despedirse, “les quedan dudas si hubieran realizado otras acciones, y, sobre todo, el no realizar los procesos funerarios para despedir a un ser querido (en el caso de los que fallecieron)”.
Indicó que algunos signos de alerta de aquellos que requieren de ayuda profesional, puede ser, por ejemplo, que esté direccionando su vida en función de su familiar fallecido, o que reporten problemas con sus hábitos alimenticios, ya sea comer de más o de menos.
“No quiera pasar mucho tiempo durmiendo o que no pueda conciliar el sueño, crisis de ansiedad, desesperación, taquicardia, sudoración de manos excesiva, negativa de reconocer que su familiar ya no está o que ya no va a volver”.
Finalmente, dio a conocer que las terapias que proporcionan son individuales o grupales, según ameriten los casos de cada paciente.
mpl