Elena Rodríguez Falcón es una ingeniera mexicana que radica desde hace unos años en Inglaterra y hace un año, adquirió el puesto de directora en una nueva universidad en Herefordshire, al este de la Isla, quien dirige un nuevo sistema para enseñar ingeniería.
Elena nació en Monterrey en 1972 y estudió Ingeniería mecánica en la Universidad Autónoma de Nuevo León, Así como una maestría Ingeniería mecánica y Relaciones laborales. En el 2000, ganó una plaza para estudiar una maestría en Gestión industrial en la Universidad Sheffield Hallam, en Inglaterra, en donde se capacitó también en Aprendizaje y enseñanza para profesionales.
Desde entonces radica en aquél país, en donde inició como profesora en la misma universidad, en donde empezó a escribir sobre la necesidad de que el campo de la ingeniería se abriera a las mujeres, hasta que le llegó una mejor oportunidad para empezar, ella misma a hacer el cambio.
Educación para todos y todas
En enero de 2018, Elena dejó Sheffield para unirse a la recién fundada a New Model in Technology and Engineering University (Universidad del Nuevo Modelo de Tecnología e Ingeniería) en Hereford, como rectora y directora académica donde además imparte la cátedra de educación en ingeniería.
Desde entonces dirige Cuando le fue otorgado el puesto, lo primero que hizo fue asegurar que en la universidad se matricularían la misma cantidad de hombres y mujeres.
"Las mujeres parecen querer elegir lo que perciben como una profesión solidaria. La ingeniería es una profesión solidaria. Un ingeniero no es otra cosa que alguien que resuelve los problemas del mundo" dijo la ingeniera a The Guardian.
Su objetivo es luchar por la igualdad y la inclusión. Además de ser una mujer ingeniera, es abiertamente lesbiana, lo que a pesar de lo que imaginaba en un principio, nunca ha sido motivo de discriminación.
Esto le dio una lección, y busca transmitir los valores que adquirió ella con el paso de los años a sus nuevos estudiantes, cuya primer generación, de 50 alumnos, ingresará este septiembre.
Los alumnos que ingresen a esta universidad serán "ingenieros humanistas", pues ya que trabajarán directamente con empleadores, los estudiantes abordarán problemas que se presentan en el mundo real, y además de desarrollar habilidades en el campo de la ingeniería, también lo harán en el ámbito de lo personal y de la comunicación.
Así, el modelo de estudiante que busca la universidad, no tiene que cumplir con un perfil 100 por ciento matemático, sino alguien a quien le interese contribuir a solucionar los problemas del mundo.
A pesar de haber estado casada con un hombre durante 8 años, Elena no tuvo hijos antes de "salir del clóset" como ella misma lo dice, pero está tan comprometida con este nuevo reto, que la Universidad y el trabajo que se realice en ella será su legado, asegura.
cjr