Hace un par de años, podíamos escuchar en la radio unos versos que empezaban con "duerme soñando, con tus ojos tan plenos despiertos, con tu corazón lleno y radiante, alucinante tan lleno de amor" y científicamente podrían tener razón, porque dormir y soñar no es lo mismo y este proceso se ha visto modificado debido a una de nuestras peores pesadillas en estos días: la pandemia.
El insomnio es otra de las enfermedades que ha llegado a nuestras vidas para instalarse y tomar protagonismo en la noche. Seguramente te ha pasado que después de un día tan cansado lo único que quieres hacer es dormir, pero al llegar a la cama, lo único que te da vueltas en la cabeza son las deudas, lo que harás el día de mañana, lo que no pudiste hacer hoy, un sinfín de cosas, pero por qué no podemos dormir.
Antes de conocer cómo vencer al insomnio, el Freddy Krueger de nuestras vidas, hay que dar un retroceso hace más de 4 mil millones de años, al origen de la vida. Nuestros antepasados se tuvieron que adaptar a la rotación de la Tierra: luz y oscuridad, es decir al cambio de energía que venía del Sol.
"Esos organismos tuvieron que adaptarse para reparar en la oscuridad y eso con la evolución de las especies quedó fijo hasta llegar a nosotros mismos para entender que nuestro sueño es en la noche, ya que estamos activos en el día", comentó el doctor Fructuoso Ayala en MILENIO Explica.
El reloj biológico
El cambio de rutina, las preocupaciones, el desgaste emocional o inclusive la enfermedad han provocado que nuestro organismo cambie y que nuestras preocupaciones aumenten, esto ha tenido como consecuencia que nuestro sueño se pueda ver alterado.
"Puede haber muchísimas razones, nosotros siempre buscamos motivos conscientes e inconscientes, en la primera el dinero, una ruptura, estoy en duelo por la muerte o por el amor, una preocupación por un hijo, empiezo con un pensamiento rumiante, lo peor es que cuando no encuentro respuestas está en silencio la noche y empiezo a atender a mi mundo interno", mencionó la psicoanalista Lourdes Quiroga Etienne de Psique y Cultura en MILENIO Explica.
De acuerdo con el doctor Fructuoso Ayala de la Facultad de Psicología de la UNAM explicó que esto activa a la mente que hace que nos mantenga despierto, por lo que la angustia activará una parte de nuestro tronco cerebral y de esa manera existirá un insomnio psicofisiológico.
Pero esto no es solo a causa de la angustia, pues una parte de nuestro cerebro puede verse afectada debido a la pandemia: el reloj biológico, mejor conocido como núcleo supraquiasmático, el cual recibe la información luminosa del medio ambiente y nos indica cuando empieza a amanecer o a oscurecer, es decir nos dice que tenemos que ir a la cama.
"Se libera una hormona que se llama hormona de la oscuridad, que se llama melatonina que se libera cuando oscurece y es lo activa el cerebro para empezar a dormir y al despertar disminuyen los niveles de melatonina y eso hace que nos activemos y a otras hormonas", indicó el investigador.
Lo que sucede en la pandemia es que esa señal luminosa la hemos perdido y nuestra atención está en la televisión, en nuestros celulares o cualquier aparato que emita una luz y confunde a nuestros ojos, lo que provoca que inhiba la liberación de melatonina y empecemos a dormir más tarde, a su vez esto traerá como consecuencia que nos despertemos cansados y sin ganas de hacer nada.
"Y así poco a poco se va alterando nuestro ciclo vigilia y sueño, nuestro reloj biológico se va alterando que en casos graves se llega a invertir el ciclo, empezar a dormir en el día y estar despiertos en la noche" dijo el investigador de la UNAM.
bgpa