El pasado 13 de febrero, la página de New England Journal of Medicine (Revista de Medicina de Nueva Inglaterra) publicó su desafío semanal de imágenes, con un caso clínico que se ha propagado en la sociedad debido a las heces de las mascotas.
Este padecimiento se da por el contacto de suelo contaminado con las heces de las mascotas infectadas, pero además se ha vuelto un problema de salud creciente. Nos referimos a la Larva Migrans Cutánea.- Te recomendamos Mujeres destacan su participación en la ciencia Aula

¿Qué es la Larva Migrans Cutánea?
De acuerdo con la nota clínica publicada por la biblioteca digital Scielo titulada "Larva migrans cutánea: diagnóstico de sospecha y tratamiento en Atención Primaria", la Larva Migrans Cutánea (LMC) es una infección parasitaria causada por las larvas de ciertos nematodos, principalmente Ancylostoma braziliense y Ancylostoma caninum, que habitan en el intestino de perros y gatos.
Esta enfermedad es más común en climas cálidos y húmedos, donde las condiciones favorecen la supervivencia de los huevos del parásito en suelos arenosos y húmedos, como playas y jardines.
¿Cómo se contagia?
El contagio ocurre cuando una persona entra en contacto directo con suelos contaminados por las heces de perros y gatos infectados.
Los huevos de los parásitos nacen en la tierra y se convierten en larvas infecciosas que penetran la piel humana, generando lesiones características en forma de trayectos serpentinos y provocando picazón intensa.
Un peligro oculto en la playa: caso de publicado en New England Journal of Medicine
El caso publicado en la revista como un desafío semanal, narra el contagio de un joven que trabajaba en la playa, quien presento lesiones en la piel de forma serpenteada, pero se descartó que fuese un padecimiento de hongos.
"Un hombre de 19 años presentó una historia de 3 semanas de una erupción asintomática en el cuello. Trabajó como salvavidas en la playa en el sur de California y no reportó viajes internacionales recientes. A la exploración física se observaron dos erupciones eritematosas, elevadas y serpiginosas en el cuello, una en la superficie posterior y otra en la cara lateral derecha. La biopsia por punción mostró inflamación inespecífica. El raspado con hidróxido de potasio fue negativo para los elementos fúngicos", se lee en la publicación del caso clínico.
La respuesta correcta de la nota es Larva Migrans Cutánea, infección que contrajo a partir de su trabajo como salvavidas y el contacto directo con la arena contaminada.
¿Por qué está pasando esto?
Falta de higiene
Uno de los principales factores que facilitan la transmisión de la LMC es la falta de control de las heces de perros y gatos en espacios públicos.
Según la parasitóloga Teresa Uribarren Berrueta, de la Facultad de Medicina de la UNAM, "las playas, parques y jardines son focos de infección debido a la desinformación y la presencia de animales sin dueño, lo que propicia la propagación del parásito".
Medidas preventivas
Para evitar el contagio de Larva Migrans Cutánea, es fundamental seguir una serie de medidas preventivas:
- Usar calzado en áreas de riesgo: evitar caminar descalzo en playas, parques y jardines donde haya presencia de perros y gatos. El calzado actúa como una barrera de protección contra el contacto directo con las larvas infecciosas.
- Evitar el contacto directo con la arena o tierra donde defecan animales: se recomienda el uso de toallas o mantas al sentarse en la arena, especialmente en lugares con alta presencia de mascotas.
- Desparasitación regular de mascotas: mantener a los perros y gatos bajo un programa regular de desparasitación reduce el riesgo de que eliminen huevos de Ancylostoma en sus heces y, por ende, la contaminación del entorno.
- Higiene pública: recoger y desechar adecuadamente las heces de las mascotas
Es responsabilidad de los dueños recoger los desechos de sus mascotas y disponer de ellos correctamente, esto puede ayudar a reducir la incidencia de esta infección.
La Larva Migrans Cutánea es una enfermedad prevenible con medidas básicas de higiene y prevención colectiva. La información y el cuidado responsable de las mascotas son clave para evitar la transmisión de este parásito. Si alguna vez presentas síntomas tras el contacto con arena o tierra, consulta a un médico para recibir tratamiento adecuado.
YRH