Motiva que paciente logre salir adelante: Dulce Mendoza

La especialista, quien lleva tres meses sin ver a su familia, cuenta que tan solo en el primer turno son 200 personas las que laboran en el CER.

“Todos deseamos volver con nuestras familias. Esperar que la gente se haga consciente de lo que está pasando, se cuide”. (Especial)
Rafael González
Puebla /

Con motivo de la pandemia de coronavirus, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los poderes del Estado de Puebla (Issstep) abrió el Centro de Enfermedades Respiratorias (CER) donde se atiende a los enfermos por covid-19. Ahí labora la doctora Dulce Mariel Mendoza González como coordinadora.

“Es bastante impresionante porque ves toda la evolución de los pacientes desde que llegan, las dificultades respiratorias que tienen, cuando se ingresan cómo van evolucionando con los medicamentos, con el tratamiento médico, el oxígeno. Es un reto”.

Asegura que más que sentir miedo por enfrentar al virus, son más las ganas de que el paciente pueda salir adelante.

“Muchas veces la misma inercia te jala, como las ganas de empujar todo el barco, de que todos sigamos avanzando por el bien de alguien”.

La especialista, quien lleva tres meses sin ver a su familia ya que vive en uno de los hoteles acondicionados para el personal de la salud, cuenta que tan solo en el primer turno son 200 personas las que laboran en el CER, cifra que se repite en todos los turnos.

“Tenemos médicos, enfermeras, el área de intendencia, que también es muy importante; inhaloterapia, somos un equipo bastante grande”.

Reconoce que al principio la labor fue bastante compleja por tratarse de una enfermedad nueva.

“Iniciamos con pocos pacientes y paulatinamente se tuvo que cambiar la dinámica porque todo se fue incrementando. Se sumaron más médicos”.

Detalla que tras prepararse para ingresar al CER, lo que implica lavase las manos, ponerse el respirador N95, la bata, el gorro, los guantes, y se mentaliza para enfrentar cada turno con ánimo, entusiasmo y esperanza.

“Para empezar se recibe al paciente dependiendo de la gravedad, se le revisa, se le hace un estudio, se le hace la tomografía, se le hace la toma de muestras, si necesita terapia intensiva se le ingresa, si está únicamente por observación se le sube a piso. Depende mucho de cómo vaya evolucionando cada paciente y de las restricciones de cada uno de ellos”.

De lo que se vive al interior del CER, señala que no puede negar que es “bastante estresante, sentir la adrenalina a tope todo el tiempo, que todos los pacientes nos responda diferente. Es estar en un constante movimiento de pacientes, de médicos, de procesos, es muy movido”.

“Nos alienta saber que estamos unidos, y que todos estamos luchando para salvar vidas. Nos motiva nuestra vocación”.

Por último, cuenta que muchos de los pacientes agradecen el trato y la atención, además de que la mayoría quiere salir adelante y regresar a sus hogares para estar con sus familias o volver a su rutina habitual.


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