Hallan residuos de plástico en la mitad de pescados del país

Reportaje | Contaminación en los mares

Los estudios, en los que se revisaron 755 muestras pertenecientes a 66 especies, se llevaron a cabo en La Paz, Veracruz y Puerto Morelos.

Los pescadores dicen que siempre están husmeando en las vísceras de los que capturan. (Omar Franco)
En Puerto Morelos, los investigadores analizaron 218 estómagos de 16 tipos de peces con importancia comercial. (Omar Franco)
Cada tercer día, los de la cooperativa El Manglito se hacen a la mar para recoger sus jaulas. (Omar Franco)
Los datos fueron validados después en el laboratorio de la Universidad de Exeter en Inglaterra. (Omar Franco)
La Paz, BCS /

Cada tercer día, los pescadores de la cooperativa El Manglito se hacen a la mar para recoger las jaulas con las que atrapan pargos y huachinangos. A excepción de los días de lluvia en que ríos y arroyos arrastran hasta aquí ramas y otros residuos de basura, el resto del tiempo la bahía luce limpia, narran los lugareños; así que no creen que los pescados que atraparon al amanecer puedan tener algún residuo plástico en sus entrañas, tal como lo documentaron las organizaciones Greenpeace México y el Centro para la Diversidad Biológica en el “Estudio sobre el impacto de la contaminación por microplásticos en peces de México”.

“No hemos sabido nosotros que salgan pescados con plástico, por lo menos aquí en la bahía (…) El pescado que sacamos lo visceramos a la orilla, y todo el tiempo anda uno de mitotero buscando a ver qué comió, y nunca encontramos nada; por ejemplo, el pargo se come la sardina, pero puede ser que el plástico esté muy microscópicamente, porque nosotros no vemos eso”, señala el pescador Marco Antonio Jordán.
Los pescadores dicen que siempre están husmeando en las vísceras de los que capturan. (Omar Franco)

Aunque no se ven montones de basura flotando por estos mares, las organizaciones demostraron que la contaminación plástica ya está llegando hasta los estómagos de los peces comerciales más consumidos en el país tras degradarse y confundirlo con su alimento. De los 755 peces analizados, pertenecientes a 66 especies de tres regiones diferentes, se encontró al menos una pieza de plástico —menor a 5 milímetros— en 411 individuos, esto es 54 por ciento de la muestra, es decir, cinco de cada 10 peces contiene alguna pieza de microplástico en su interior.

“Hicimos el estudio analizando más de 750 ejemplares de peces a los cuales les extrajimos las vísceras, se analizó si tenían componentes plásticos en el estómago y logramos identificar más de 2 mil fragmentos, trozos, fibras de plástico (…) Con la acción de las olas, el viento, la radiación ultravioleta, que es un componente importante para romper los plásticos, se van fragmentando cada vez en pedazos más pequeños y es en las columnas de agua donde los peces los consumen”, explicó Miguel Rivas, coordinador de la campaña Océanos de Greenpeace México.
En Puerto Morelos, los investigadores analizaron 218 estómagos de 16 tipos de peces con importancia comercial. (Omar Franco)

El hallazgo fue posible gracias a la colaboración con investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), el Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal de la UNAM en Puerto Morelos, así como el Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad de Veracruz. Los datos fueron validados después en el laboratorio de Greenpeace Internacional en la Universidad de Exeter en Inglaterra, que logró identificar plenamente el tipo de plástico en uno de cada cinco pescados, el resto de los residuos corresponde a fibras textiles y otras celulosas modificadas como el algodón.

“Estos estudios los realizamos en tres partes del país, uno en La Paz, Golfo de California; Veracruz, Golfo de México, y Puerto Morelos, mar Caribe. Encontramos que al menos unos de cada cinco peces contenía una pieza de microplástico dentro de su estómago, inclusive hubo un ejemplar en el que encontramos hasta 45 piezas de microplástico, principalmente estamos hablando de celofán, fibras textiles y plásticos provenientes de artefactos de pesca”, indicó Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica.
Cada tercer día, los de la cooperativa El Manglito se hacen a la mar para recoger sus jaulas. (Omar Franco)

Veracruz, la región donde se encontró mayor número de peces con microplástico

De acuerdo con los resultados del estudio, la región en donde se encontró un mayor número de peces con microplásticos fue Veracruz: en 96 por ciento de un total de 219 ejemplares estudiados. “De los individuos analizados, únicamente ocho se encontraron sin contaminantes, 4 por ciento”, indica el estudio.

En Puerto Morelos, los investigadores analizaron 218 estómagos de 16 especies de peces con importancia comercial, de los cuales 61 por ciento, es decir, 133 individuos ingirieron microplásticos. Mientras que en La Paz se obtuvo el menor porcentaje de peces afectados; ahí se analizaron un total de 318 estómagos de 24 especies, de los cuales, solo 21 por ciento, es decir, 67 peces tuvieron plásticos en su interior.

“Encontramos celofán, nylon, poliéster, polietileno, algunos de ellos son componentes de las bolsas de plástico, algo que los estados han comenzado a prohibir con el propósito de que no abunden en el ecosistema y no vayan a parar, en el mejor de los casos, en rellenos sanitarios, pero muchos de ellos llegan a parar aquí (…) Nosotros le estamos pidiendo a la autoridad de salud que nos descarte que las toxinas que liberan los plásticos producto de su descomposición y que estos mismos no estén afectando a los seres humanos, porque el hecho de que se extraigan las vísceras no es una garantía de que el contaminante como tal es extraído totalmente”, expresó Miguel Rivas.
Los datos fueron validados después en el laboratorio de la Universidad de Exeter en Inglaterra. (Omar Franco)

Mientras que Alejandro Olivera dijo que “el llamado no es a dejar de consumir pescado, pero sí es una alerta a cambiar nuestros hábitos de consumo y producción de plásticos”, y destacó la urgente necesidad de que la legislación mexicana contemple la responsabilidad extendida al productor de bienes para hacerse responsable de los residuos plásticos que genera.

Coincidieron en que prohibir el uso de bolsas y popotes de plástico es un avance, pero no es suficiente para frenar la problemática de contaminación de los mares por residuos plásticos. “Se calcula que en el mundo, en general se vierten aproximadamente 13 millones de toneladas de plástico a los océanos cada año y eso, para que la gente se dé una idea, es como si tiráramos un camión de basura lleno de plástico cada minuto del año a los océanos”, indicó Rivas.

Los activistas recordaron que en el Senado y Cámara de Diputados existen iniciativas para modificar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, pero al no ver una voluntad clara, temen que el asunto se quede en la congeladora.

“Después de estos hallazgos el llamado es a los legisladores a ponerle un alto a la contaminación por plástico a través de la legislación, a través de reformas en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, en la Ley de Salud, en la que hay que ponerle un alto tanto a los plásticos añadidos en cosméticos, cremas y artículos de higiene personal, pero también a estos que luego se van a fragmentar y van a terminar aquí en los océanos.
“Se ha quedado en un tema muy pequeño que si se prohíbe tal artículo, pero tiene que ir más allá, tiene que haber una responsabilidad de quienes fabrican los productos y los ponen en el mercado, a hacerse cargo tanto de la cadena de recuperación y de valor, como que sus productos no tengan un impacto en el medio ambiente”, señaló Rivas.
  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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