La industria del transporte mueve millones de dólares en San Bernardino a un alto costo para sus habitantes. Aquí, los niveles de contaminación atmosférica han hecho que sea difícil respirar.
Cada año se mueven y almacenan mercancías que entran y salen del país por avión, tren y camión. Estas operaciones se desarrollan entre cinturones de pobreza donde 1 de cada 5 residentes es migrante.
La contaminación que los transportes generan se intensifica por la difícil geografía de San Bernardino, donde las montañas forman un cuenco de aire contaminado por los vehículos de carga.
De acuerdo con el Atlas de Justicia Ambiental, esta contaminación ha provocado el aumento de enfermedades congénitas y padecimientos respiratorios, como asma.
A estos problemas se sumó uno más. En 2017, el Aeropuerto Internacional de San Bernardino le otorgó a Hillwood Enterprises LP, derecho exclusivo de arrendamiento en un terreno de 186 mil metros cuadrados en la propiedad del aeropuerto.
El plan era desarrollar un enorme centro logístico de carga aérea que albergaría hasta 16 aviones con operaciones las 24 horas con el argumento de generar nuevos empleos.
Según cálculos de activistas, este proyecto agregaría 500 viajes en camión a las calles de San Bernardino, 24 vuelos extra y un aumento exponencial en la mala calidad del aire de la zona. También se han documentado casos de niños con lento crecimiento pulmonar.
Ante esto, diversas organizaciones ciudadanas se han unido para exigir a las autoridades una serie de regulaciones sobre los niveles de ruido y tránsito del nuevo centro logístico.
Los vecinos solicitan filtros de aire para las escuelas, áreas verdes para toda la población y regulaciones de tránsito para evitar el congestionamiento vial.
A estos problemas se suman los incendios forestales ocasionados por las altas temperaturas durante el verano de 2020 que agregaron partículas contaminantes al aire de San Bernardino.