México es el segundo país de América Latina con mayor estrés hídrico, es decir, que en su territorio hay más demanda de agua de la que hay disponible, según señala un reporte presentado por el World Resources Institute (WRI).
De acuerdo con los datos recabados por la organización y republicados en agosto de 2023, el estrés hídrico en la región es alto, por lo que se ubica en el número 26 a nivel mundial, solo detrás de Chile y otros países ubicados en África del Norte y Medio Oriente, zonas que actualmente experimentan una aguda escasez de agua.
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¿Cuáles son los demás países con mayor estrés hídrico en América Latina?
La actualización del Atlas de riesgos hídricos de los acueductos del WRI señala que, desde 2019, los países de Latinoamérica que experimentan mayor estrés hídrico son:
- Chile (con un nivel extremadamente alto)
- México (nivel alto)
- Perú (nivel alto)
El resto de los países de la región se encuentran en un nivel medio o bajo, tal es el caso de
- Guyana
- Argentina
- Uruguay
- Venezuela
- Brasil
- Guatemala
¿Cuál es la situación de México actualmente?
México utiliza alrededor de 451 mil 585 millones de metros cúbicos de agua cada año. De toda esa agua, el 61% proviene de ríos y lagos (agua superficial), y el 39% proviene de debajo de la tierra (agua subterránea), según los datos oficiales de monitoreo de la cantidad de agua disponible.
Ahora, ¿a dónde va toda esa agua? La mayor parte (59%) se utiliza para la agricultura, otro 27.5% se usa para suministrar agua a las personas en sus hogares y lugares de trabajo (abastecimiento público). El 13.5% se utiliza en la industria, mientras que una pequeña cantidad de agua (0.2% de agua superficial y 0.5% de agua subterránea) se utiliza para la ganadería.
Sin embargo, y de acuerdo con el informe elaborado por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), actualmente hay una mayor demanda de agua y menos recurso disponible. De hecho, se espera que la demanda siga en aumento por tres factores: cambio climático, cambios en el uso del suelo y el crecimiento de la población.
Basta decir que dentro de las predicciones se espera que la población en México llegue a 138 millones de personas para el año 2030.
“Hay 35 ciudades en el país con más de 500 mil habitantes, lo que pone mucha presión en el suministro de agua”, reiteran los investigadores.
En ciudades como Tijuana, Guadalajara y Ciudad de México, el agua, más que un recurso, es un problema. Alrededor del 42% de los acuíferos (donde se almacena el agua subterránea) no tienen suficiente agua y el 58% del agua subterránea se extrae de acuíferos que están siendo sobreexplotados.
A esto hay que sumarle que ya desde principios de este siglo, más del 75% de la población urbana en el país vivía en áreas con poca disponibilidad de agua y alto estrés hídrico. Mientras que más del 90% de las y los habitantes de México se encuentran en regiones hidrológicas con problemas de contaminación.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en enero de 2024 el almacenamiento de agua en las 210 presas principales continúa registrando un déficit del 26% respecto al almacenamiento promedio.
“Al 31 de enero, el 60.45% del país tiene sequía de moderada a excepcional, cifra que coloca a enero de 2024 como el enero con mayor superficie de sequía de los últimos 21 años”, señala el reporte del Monitor de Sequía de América del Norte.
Si bien la crisis hídrica es una realidad, no afecta de la misma manera a todo el territorio, pues las entidades del noroeste son las que experimentan en mayor medida la falta de agua.
Qué se prevé para 2050
Dentro de 26 años la demanda mundial de agua podría aumentar entre un 20% y 25%, a la par, también se espera que el número de cuencas hidrográficas que enfrentan una alta variabilidad de un año a otro, o suministros de agua menos predecibles, aumenten un 19%, señala el World Resources Institute.
En el caso de México, la disponibilidad natural de agua ya ha disminuido debido a dos factores detectados y estudiados por integrantes del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM y son: cambios en las precipitaciones y sequías causadas por el cambio climático.
Basándose en este panorama, los investigadores realizaron modelos que proyectan los posibles escenarios para 2025, en los que se contemplan los peores escenarios para el país en caso de que continúen las altas emisiones de gases de efecto invernadero. Esto es el escenario que se podría presentar:
- Los eventos de sequía podrían volver más críticos (es decir más largos e intensos)para el norte y centro del país
- Se prevén cambios en los patrones espaciales y temporales de la lluvia
- La Zona Metropolitana de la Ciudad de México podría verse afectada porque se espera que la cantidad de lluvia anual en el Sistema Cutzamala disminuya hasta un 5% para el año 2050.
- En el norte del país, se espera que haya impactos negativos en el flujo de los ríos, con una reducción de hasta el 60% en el largo plazo.
- Se espera que haya un aumento en la cantidad de algas y sargazo en los cuerpos de agua y los mares, lo que podría resultar en una menor disponibilidad de agua y cambios en los ecosistemas naturales y artificiales, como las presas.
- El aumento de la temperatura y la disminución de las lluvias también podrían causar eutrofización ( es decir, cuando hay demasiados nutrientes en el agua y causa problemas para la vida acuática).
- También podría tener efectos potenciales en la salud de las personas
¿Qué estados se verán más afectados?
De acuerdo con la plataforma de Aqueduct, alborada por World Resources Institute y que “utilizan datos de código abierto revisados por pares para mapear los riesgos hídricos, como inundaciones, sequías y estrés”, en 2050 las entidades que experimentarán mayor estrés hídrico son :
- Ciudad de México
- Baja California Sur
- Colima
- Sonora
- Coahuila
- Aguascalientes
- Chihuahua
LHM