Puebla guarda con recelo un paraíso escondido en medio de una región árida; las cascadas de San Agustín Ahuehuetla. Esta maravilla natural de aguas turquesas deleitan a todos los amantes de la aventura por su majestuosidad y por ser poco conocido.
Este oasis se esconde en el municipio de Huehuetlán El Grande, ubicado aproximadamente a una hora de distancia desde la capital de Puebla. Cabe mencionar que a las cascadas de San Agustín Ahuehuetla popularmente se les conoce como El Aguacate, esto porque están muy cerca de una comunidad que recibe el mismo nombre.
La única forma de arribar a las cascadas es caminando, por lo que una vez que llegues a la comunidad deberás estacionar tu auto para continuar a pie. La caminata es de aproximadamente 2 kilómetros sobre un camino con piedras y bajo la sombra de enormes ahuehuetes; a medida que avances podrás ver y escuchar el río cada vez más cerca.
Sabrás que has llegado cuando veas grandes rocas y frente a ti se alce una cascada de la que descienden aguas turquesas y cristalinas. A unos 300 metros más arriba encontrarás una caída de agua aún más grande de unos 10 metros de altura.
Además, hallarás una serie de pozas con suficiente profundidad para que puedas nadar, descansar y admirar todas las maravillas naturales que hay a tu alrededor.
- Debido a que se trata de un lugar casi desconocido, es importante mencionar que no hay recorridos guiados y para llegar a las cascadas te tendrás que guiar preguntando a los habitantes.
- Recuerda usar ropa y calzado adecuado, además llevar un refrigerio para recuperar energías.
- No olvides respetar los espacios naturales y llevarte contigo toda la basura que generes.
Para llegar a este paraíso escondido desde la ciudad de Puebla, toma la carretera a Valsequillo con dirección a San Baltazar Tetela. Deberás tomar la panga para cruzar la laguna y tras 20 minutos en carretera llegarás a San Agustín Ahuehuetla. Una vez que llegues a la localidad tendrás que continuar por un camino de aproximadamente 10 kilómetros de terracería.
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