Una pequeña parte del mundo actual se parece al planeta Tierra de hace 500 años. De hecho, sólo un 3 por ciento de las superficies terrestres podrían estar ecológicamente intactas, es decir, seguir albergando toda su gama de especies autóctonas y no estar afectadas por la actividad humana, según una investigación.
El hallazgo, publicado el jueves en la revista Frontiers in Forests and Global Change, es mucho más bajo que las estimaciones anteriores basadas en imágenes de satélite, que sugerían que entre el 20 y el 40 por ciento de los ecosistemas terrestres estaban intactos.
Para el nuevo estudio, sin embargo, los científicos realizaron un amplio estudio de la cubierta forestal y la pérdida de especies para comprender mejor lo que estaba ocurriendo bajo las copas de los árboles del mundo.
"Me sorprendió especialmente ver lo bajo que es en realidad", dijo Andrew Plumptre, biólogo conservacionista de la Universidad de Cambridge. "Muestra lo raro que son estos lugares intactos. Da miedo lo poco que se parece el mundo a lo que era hace apenas 500 años".
El término ecosistema describe las complejas relaciones dentro de un área natural que, en conjunto, ayudan a mantener una diversidad de vida sana y equilibrada. Si se pierden una o dos especies clave, todo el sistema podría venirse abajo.
Los hábitats aún prístinos de hoy, que contienen la misma abundancia de especies que en el año 1500, se encontraban sobre todo en regiones consideradas menos hospitalarias para los humanos, como el Sahara y las regiones frías de Groenlandia y el norte de Canadá.
Otros hábitats intactos se encontraban en zonas sometidas a una presión extrema por la deforestación y el desarrollo, como partes del Amazonas. Los autores afirman que estas zonas deberían ser prioritarias para su futura conservación. Aunque en la actualidad sólo el 11 por ciento de estas áreas están bajo protección, según el estudio.
"La idea de centrarse en las áreas intactas es para no tener que trabajar para eliminar la huella humana", dijo Plumptre.
Algunos científicos, sin embargo, cuestionaron la cifra extremadamente baja, diciendo que podría atribuirse a que el estudio usó una definición particularmente estrecha de "hábitats intactos", es decir, aquellos con su colección histórica completa de animales y plantas.
"Necesitamos acciones prácticas para garantizar la supervivencia de las especies y los ecosistemas", dijo Stuart Pimm, científico de la conservación de la Universidad de Duke.
También cuestionó el llamamiento de los autores del estudio a proteger las zonas aún intactas, señalando que los sectores helados o desérticos no son los más abundantes en especies. "Animar a los países a proteger zonas remotas y poco pobladas no hará mucho bien a la biodiversidad", dijo Pimm.
Un esfuerzo liderado por Naciones Unidas para proteger el 30 por ciento de la tierra y las aguas del planeta para 2030, frente al 17 por ciento actual bajo alguna forma de protección, ha cobrado impulso en el último año, ya que los gobiernos, incluido el de Estados Unidos, se han comprometido a destinar más tierras a la conservación.
Sin embargo, algunos conservacionistas sostienen que el objetivo mundial de conservación debería ser mucho más alto que el 30 por ciento para evitar la muerte masiva de especies. Un informe de la ONU de 2019 estimó que hasta un millón de especies están en peligro de extinción debido a la actividad humana.
"30 por 30 es un bonito eslogan, pero no servirá de mucho si las áreas a proteger no se seleccionan cuidadosamente", dijo Pimm.
dmr